El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora, dio a conocer que en los próximos cinco años los pacientes a los que se les brinda el servicio de hemodiálisis se habrán de duplicar, y en 20 años, un integrante de cada familia tendrá este tipo de problemas de salud.
El director de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No.2 de Ciudad Obregón, Mariano Padilla Mendoza, expuso que la función que cumple el tratamiento es el mantener niveles seguros de vitaminas y minerales, además de eliminar los excedentes como agua, sal, y demás productos de deshecho.
Resaltó que actualmente se mantiene el registro de 367 pacientes a los que se realizan el procedimiento de hemodiálisis, y que el inicio de operaciones de la mencionada área es desde las siete de la mañana, terminando hasta la madrugada del siguiente día.
“Al día se reciben a 90 pacientes, sumando más de 300 semanalmente, ya sea en la mañana o tarde, a ninguno se le deja de atender, pues al final este es nuestro principal objetivo, trabajar para la derechohabiencia”, explicó.
Los pacientes de hemodiálisis son los más vulnerables que existen, dijo, porque son personas a las que les han dejado de funcionar sus riñones, por lo que se cuenta en la UMAE con una plantilla de 24 enfermeras en la mañana, 24 en la tarde y diez en la noche.
Durante la hemodiálisis, la sangre pasa a través de un tubo hasta un riñón artificial (filtro). El filtro, llamado dializador, se divide en dos partes separadas por una pared delgada, y a medida que la sangre pasa a través de una parte del filtro, un líquido especial en la otra parte extrae los residuos de la sangre, la cual luego regresa al cuerpo a través de un tubo.
El galeno, exhortó a la población a tomar en cuenta los cuidados para mantener el buen estado de estos órganos, entre los que se encuentra el adecuado control de la diabetes, presión arterial con parámetros normales y la prevención de enfermedades cardiovasculares, manteniendo los niveles de colesterol dentro de los valores.
“La buena salud en riñones se logra al reducir el consumo de sal, limitando el consumo de alcohol, consumiendo alimentos que contribuyen a la buena sa-lud del corazón, consumiendo frutas y verduras frescas, realizando actividad física, y por supuesto ingiriendo la cantidad de agua necesaria, entre otras”, finalizó.