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En Cajeme se está viviendo una situación de empantanamiento económico a raíz de factores endógenos: La violencia y el deterioro de la infraestructura.
En el primero de los casos es vox populi que la violencia es generada por lucha de territorios del narcotráfico, en el segundo sucede una falta de interés de los gobernantes por atraer capitales que generen empleos de calidad y empresas tractoras que sean creadoras de empresas que produzcan insumos intermedios para su producción final.
Lo que estimula a un mayor desempleo en jóvenes con preparación de profesionales técnicos y profesionales universitarios es decir entre mayor desarrollo; mayor el riesgo de quedar desempleado, y migración de jóvenes a otras partes del país en busca de mejores oportunidades; ambos casos empujan al desplazamiento del trabajo intelectual.
Las estadísticas que hablan de un mayor crecimiento económico en Sonora no se ven reflejadas en la realidad que está viviendo esta región.
Es necesario y urgente que los tres niveles de gobierno vean este fenómeno y atraigan con inversión pública, para el Sur de Sonora en especial en este antiguamente polo de desarrollo económico que es el municipio de Cajeme, inversiones privadas nacionales e industrias manufactureras creadoras de empleos de calidad y del emprendimiento, este es el reto para las instituciones.
Armando Ortega Romero
Lic. en Economía UNISON
Especialidad en Comercio Exterior y Aduanas, Universidad de Sonora
Maestría en Comercio Exterior y Aduanas, Universidad de Sonora
