En pocos días la calle 300, desde el cruce con Paseo Miravalle hacia el oriente (carretera Internacional), se ha ido poblando de negocios que se instalan en plena vía pública, en área donde está prohibido construir o instalar cualquier tipo de negocio.
Entre el dren que corre paralelo y el pavimento de la calle 300 se han instalado negocios de venta de barriles y bidones de plástico, venta de materiales de construcción y otros cuya "infraestructura" son apenas cercos de alambres y a veces ni eso.
El aspecto que le da esta invasión a la vía pública es deplorable, pero es poer la notoria falta de una autoridad que ponga esto en orden.
La calle 300 se ha convertido en años recientes en uno de los accesos más importantes a la ciudad y dentro de unos meses, cuando entre en funciones la Plaza Sendero, hará urgente la remodelación de esa vía, su ampliación a cuatro carriles, mejor iluminación e imagen urbana.
Sin embargo, hasta el momento no hay en los planes de desarrollo urbano una fecha para iniciar la remodelación urgente de esta calle.
Hasta hoy la prioridad sobre qué calles deben ser remodeladas o no es decidida al parecer en Hermosillo, por la secretaría estatal de Desarrollo Urbano.