La baja profundidad de la Laguna del Náinari y las altas temperaturas son las causas de la alta mortandad de peces observada en esta área, explicó el alcalde Faustino Félix Chávez.
Las modificaciones que le hicieron al fondo de la Laguna durante la administración municipal de Manolo Barro le restaron profundidad y actualmente la máxima es de 6 a 7 pies, aproximadamente dos metros, precisó.
La mortandad ha sido cíclica desde 1959, año en el que se hizo laguna artificial, pero estaba relacionada con la disminución de aportaciones del canal Bajo; hoy no es por el canal sino por la baja profundidad que impide a las especies refugiarse en un fondo menos cálido para soportar las altas temperaturas del verano.
El habitat de la tilapia, continuó FFC, son aguas con temperaturas que oscilan entre los 25 y 20 grados, pero en la Laguna se tienen registros de 33 grados en la mañana y 38 por la tarde, muy cálidas para esta especie, según el informe realizado por la Comisión de Sanidad Acuícola (Cosaes) que descartó la presencia de bacterias, virus o agentes tóxicos en esta problemática.
A eso debe agregarse el aumento de la biomasa debido a la resiembra de alevines que se hizo recientemente, añadió.
"No podemos refrescar el agua de la Laguna; lo único que podemos hacer es oxigenarla", puntualizó.
Aeropuerto para el municipio
En otro tema, Faustino Félix afirmó que el Ayuntamiento a su cargo ha solicitado a la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil y a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) la adjudicación del aeropuerto local a la administración municipal para impulsar su potencial como polo de desarrollo local.
Hay varias ampliaciones o adecuaciones que se pueden hacer al aeropuerto que detonarían la economía regional, dijo.
"Hemos retomado el proyecto que se hizo en el 2009 para construir allí un centro de negocios, un área de transferencia de carga y uno para exportaciones de animales, entre otras opciones de crecimiento.