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Los vecinos de la calle Ponciano Arriaga, entre Tabasco y Calfornia, están muy molestos y tienen razón.
Hace apenas unos días concluyó en su sector la repavimentación de la calle California y aunque todo parecía normal, apenas vino la primera lluvia y apareció una deficiencia de esa obra que les está dañando su barrio.
El acabado de la repavimentación presenta declive hacia la Ponciano Arriaga, de tal manera que el agua de lluvias que cae en la California fluye hacia el lado oriente y provoca grandes charcos de agua que se queda allí, estancada y cuando el volumen es grande, como en las recientes lluvias, se mete a las casas.
Los daños que esto provoca al pavimento de la Ponciano Arriaga son evidentes en las cuarteaduras que han aparecido y siguen creciendo.
Pero también hay un peligro de salud, dicen los vecinos, pues en los grandes charcos se reproducen mosquitos y otros bichos perjudiciales, además del mal olor del agua estancada.
Ellos ya acudieron a las autoridades, dicen, pero no obtuvieron una respuesta satisfactoria. Oomapasc no ha enviado la unidad móvil (Aquatech) que succiona el agua en puntos como éste, ni se han aparecido cuadrillas de la constructora o del Ayuntamiento para corregir el desnivel.
Cansados de solicitar apoyo y no recibirlo, este lunes los vecinos hicieron una manifestación de protesta. Cerraron simbólicamente el paso hacia la calle Arriaga formando un cordón humano sobre el charco que está en la esquina con California.
Los medios acudieron a cubrir la protesta y los vecinos esperan que con esto ahora sí se resuelva el problema.
Todavía esperan.
