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Aunque el partido Morena dio a conocer de manera oficial que había tres aspirantes a su candidatura por la presidencia municipal de Cajeme, Fausto Flores Guerrero se sumó a la contienda interna para ser el cuarto "precandidato" en escena.
Pese al "olvido" de la dirigencia estatal que lo había dejado fuera inicialmente, el maestro Fausto confía en la imparcialidad del proceso interno de Morena y en la metodología que se basará en una encuesta para decidir quién será el candidato.
"Es una oportunidad para la dirigencia de mostrar su honestidad; sería un grave error manipular una encuesta para favorecer a uno de los aspirantes", comenta.
Es comprensible que la dirigencia estatal mantenga en reserva los detalles de la metodología que se para decidir las candidaturas, pues así se evita que alguien quiera intevenir en la aplicación de la encuesta o en sus resultados, comenta.
"Pero sería bueno que nos den a conocer cómo se obtendrán los resultados", añade.
Conocido por su activismo en la lucha contra la reforma educativa, este integrante de la Coordinacion Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) finca sus aspiraciones en los principios que lo han empujado a desafiar el peligro de quedarse sin trabajo y ser perseguido político.
Es un activista de izquierda convencido de que Cajeme debe ser gobernado por gente como él, gente "sin aspiraciones de riqueza ni de hacer negocios desde la administración pública".
Al llegar a la presidencia municipal, dice, "instalaremos un gobierno del pueblo y retiraremos concesiones privadas que no están funcionando y sólo sirven para intereses particulares, como la concesión a Tec Med, un derroche que nos cuesta 9 millones de pesos mensuales y pese a ello no se ve diferencia en el servicio".
Promete hacer lo mismo, revisar y detener el actual proceso de privatización del Oomapasc, del alumbrado público y otros servicios que debe estar a cargo del Ayuntamiento de manera total.
