La columna Templo Mayor, que publica el diario Reforma, toma partido en el tema del gasoducto y la oposición en Loma de Bácum, y lo hace a favor de quienes piden represión contra este grupo opositor.
En su edición de ayer miércoles Templo Mayor publica el siguiente comentario (cita textual):
¿NO SE suponía que al gobierno de Enrique Peña Nieto le importaba mucho atraer inversiones y generar empleo? Porque si es así, nomás no se entiende que siga sin meter las manos para poner fin al sabotaje del gasoducto Guaymas-El Oro.
DESDE agosto el ducto fue destruido, lo que provocó desabasto de gas natural en el sur de Sonora. Lo más grave es que eso ha llevado a diversas empresas a retirar sus inversiones de la zona o, al menos, a plantearse esa posibilidad.
LA gobernadora Claudia Pavlovich ha tenido que sacar agua de las piedras, tratando de resolver el conflicto con la comunidad yaqui de Loma de Bácum, cuyos pobladores se oponen al proyecto energético. De las ocho comunidades de la región, es la única que está provocando líos.
ALGUIEN debería recordarle a los funcionarios federales, que parecen estar nadando de muertito hacia el fin de sexenio, aquel fragmento del juramento yaqui que dice: "Todo ha concluido para ti, excepto una cosa: el cumplimiento del deber".