Desesperado, como si estuviera en el centro del desierto de Sonora, un hombre en "condición de calle" se prendió de la llave de agua que está en el suelo.
El lugar es la esquina de las calles Madero y Cuauhtémoc, colonia Benito Juárez.
Succionó el débil chorrito hasta saciar la sed acumulada en un día caluroso, de casi 44 grados centigrados, y en una ciudad donde urge instalar los bebederos públicos para los cuales ya hay un proyecto y recursos autorizados.
¿Para qué esperar más?