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HERMOSILLO.- Sin un ganador claro pero con uno (Emeterio Ochoa) más atacado que otros, los candidatos a la presidencia municipal de Cajeme debatieron y se batieron verbalmente con la intención de hacer decisivo un evento que prácticamente fue ignorado por la gran mayoría de los cajemenses.
Con excepción de los militantes y del "círculo rojo" de la política local, el debate organizado por el Instituto Estatal Electoral tuvo una escasa penetración en los habitantes de Cd. Obregón y sus comisarías.
La inmensa mayoría se dedicó a sus labores rutinarias de un sábado cualquiera, ir de compras, lavar el carro y alrededor de las 7:00 de la tarde reuniones con amigos y familiares.
Quienes estuvieron atentos al debate fueron los que ya tienen a sus candidatos definidos y es difícil que a partir de ese evento modifiquen su decisión.
Durante dos horas, los temas de la concesión de los servicios públicos de la basura y lámparas Led fueron motivo de criticas que el candidato priista Emeterio Ochoa debió afrontar.
Argumentó que el proyecto de las lámparas no había funcionado por la inseguridad publica, ya que se robaron el cable y que se investigarían los contratos polémicos con Tecmed.
"No seremos tapadera de nadie", enfatizó quien fuera secretario de Desarrollo Social en el gobierno de Rogelio Díaz Brown.
"Hay que acabar con el pacto de impunidad", afirmó el independiente Rodrigo Bours, candidato que le refería a Emeterio sus compromisos con los 2 últimos gobiernos de Cajeme.
Como contragolpe, Ochoa Bazua le advirtió que "cuando yo sea presidente, Rodrigo te vas a tener que portar bien".
"Siempre me he portado bien y cuando gane voy a mandar a cuentas a los que se han portado mal", le reviró Bours Castelo.
Quien llamó la atención por momentos fue Miguel Ángel Salomón, del MAS, quien convocó a los candidatos a firmar un pacto para cumplir sus compromisos en caso de ganar. Es lo menos que podía pedir el de MAS.
Gustavo Almada (Movimiento Ciudadano) y Rodrigo Bours aceptaron, mientras que el panista Rafael Delgadillo le respondió que cuando él (Salomón) fuera notario con gusto se lo firmaría.
