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Pasó "Bud" con su lluvia pertinaz, empieza a descender la euforia por el triunfo de la selección mexicana de futbol, y el regreso a la realidad urbana de Cd. Obregón, el transitar diario por sus calles, vuelve a ser una pesadilla.
En jornadas electorales anteriores, las lluvias se regularizaban después del día de la votación. Eso lo sabían los alcaldes y se esmeraban en darle "una manita de gato" a las deterioradas calles de la ciudad con el fin de no motivar críticas que se reflejarían en la urna electoral.
Hoy ha sido diferente. La precipitación pluvial que ocasionó "Bud" abrió baches y dejó al descubierto el alto deterioro de las calles citadinas.
Se dirá que no alcanzan los presupuestos para arreglar tantas calles colapsadas por el tiempo, los factores climáticos, el tráfico vehicular y otros factores objetivos.
Sin embargo, también hay deterioro en calles recién pavimentadas, o que apenas hace un año fueron "rehabilitadas" con arreglos suplerficiales, mal hechos y muy mal supervisados por la autoridad responsable.
Esto hace más urgente la necesidad de una planeación urbana más profesional, alejada de intereses personales y de negocios entre funcionarios y constructores.
