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Con cartulinas y el alegre vocerío de niñas y niños un contingente de alumnos, madres y padres de familia de la escuela primaria "Carlos M. Calleja" marcharon por calles céntricas y se maniestaron en el exterior de Palacio Municipal para exigir la construcción del nuevo plantel.
A mediados del año pasado esta añeja escuela de Cajeme, junto con otras de valor histórico, como la "Fernando Dworak", fueron destruidas por la Secretaría de Educación y Cultura, del Gobierno del Estado, que las consideró peligrosas debido a lo añejo de las estructuras que sostenían los edificios en los que se notaban algunas fisuras.
La decisión de las autoridades provocó controversias entre mucha gente, en especial aquellas personas que pasaron su infancia en estas aulas, quienes alegaban que las escuelas no eran tan viejas como los edificios históricos que hay en otras ciudades, y que con apuntalar o reforzar muros y estructuras en general bastaría para garantizar la seguridad de alumnos y maestros.
Hubo también una reacción de rechazo a la destrucción de esas escuelas por parte de quienes las consideraban parte de los escasos vestigios históricos de la ciudad y eran imágenes indispensables de la fisonomía del primer cuadro citadino.
Despues que las autoridades decidieron destruirlas y prometieron que a más tardar este mes de enero habría de iniciar la construcción de los nuevos edificios, pero la promesa no ha sido cumplida.
Paola Morales, representante de los padres y madres que se manifestaron, destacó que la destrucción del edificio original no se justificaba pues sólo tenía algunas fallas que podrían repararse.
En las pancartas que portaban los manifestantes cuestionaban: ¿Dónmde quedó el dinero para la reconstrucción?
Paola refirió que la destrucción de la escuela y el hecho de que no se reedifique puede obedecer a la intención de las autoridades de vender ese espacio a particulares.
