|
El próximo mes de mayo cumplirá un año del cierre del crucero que conforman el bulevar Ramírez y la calle Tabasco.
El motivo era la reconstrucción del pavimento con concreto hidráulico. La obra estaba contemplada en el paquete de cruceros a reparar por parte de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado. La empresa contratada en este caso fue Construcciones Miller.
Por eso los vecinos aceptaron las molestias que sabían habría de causarles el cierre del crucero, pues confiaban en que la obra duraría dos o tres meses máximo.
Pero al paso de los meses la obra quedó estancada. Apenas si se avanzaba y a eso se añadió la necesidad de cambiar la tubería hidráulica subterránea.
Ante el atraso se optó por subcontratar a otra empresa constructora, pero ésta no hizo ningún adelanto y a los meses abandonó el proyecto.
Así pasó el verano y las lluvias, un buen pretexto para mantener la obra paralizada.
Desde entonces los vecinos y en general los automovilistas que deben transitar por esa área ven con deseperación que la obra no tiene para cuando estar lista.
Ahora por fin se ha concluido la pavimentación con concreto hidráulico, pero la unión con el pavimento de las calles Tabasco y bulevar Ramírez aún no se inicia. Lomas de tierra y otros materiales mantienen bloqueado el paso y no se ha visto por allí ninguna maquinaria ni trabajadores de la construcción.
La obra parece casi abandonada de nuevo, como estuvo durante varios meses, y el malestar de los vecinos se incrementa.
Sin duda quienes están más molestos y así lo manifiestan son los propietarios de los negocios ubicados en esa área. Expresan con tono enérgico su crítica a las autoridades en general y a la empresa encargada, sin saber con certeza qué autoridad y qué empresa están a cargo de la obra.
Todo indica, dicen los vecinos, que la obra, relativamente pequeña, va a llegar a un año sin concluir, y para el caso ya se están poniendo de acuerdo para hacerle "su pastelito" de primer aniversario.
