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Frente a la legalidad, un ardid verbal:
El regidor Rosendo Arrayales expone en Sesión de Cabildo los preceptos legales que obligan a sancionar a los regidores que acumulan varias faltas a las juntas de las comisiones que les han sido asignadas.
La Ley de Gobierno Municipal y el Reglamento Interior del Ayuntamiento lo establecen de manera clara, dice Arrayales y menciona artículos:
Los integrantes del Ayuntamiento tienen obligación de asistir cuando han sido debidamente citados a una reunión de comisión y si no asisten, de acuerdo con la ley, se toma en cuenta la falta.
No basta pues que no haya quórum para dar para anular la sesión y legitimar la falta pues dicha inasistencia es la causa, no la consecuencia, de la falta de quórum.
El argumento es sólido, pero el regidor Emeterio Ochoa recurre a un ardid verbal respaldado por casi todos los regidores, ofciales y de oposición, algunos con tantas faltas que deberían ser cesados.
Si no hay quórum no hay sesión, por lo tanto no se considera la inasistencia, argumenta Ochoa quien invierte la relación de causa y consecuencia. La falta de quórum es la causa de la inasistencia.
Su alegato cae como un bálsamo refrescante para los regidores faltistas.
Ahora está en manos del alcalde Sergio Pablo Mariscal cumplir y hacer cumplir la Ley de Gobierno Municipal, como juró hacerlo, o simular que la cumple y aceptar todas las justificaciones para reducir al mínimo la sanción de cada regidor faltista.
