Contrario a la inercia faltista al trabajo en comisiones, los regidores del Ayuntamiento de Cajeme cumplieron con esta responsabilidad, ya que salvo justificaciones por motivos de salud, no se registraron inasistencias en las 3 sesiones a las fueron convocaron este viernes…de quincena.
La primera en verificarse fue la de la Juventud, no exenta de diferencias entre sus miembros, ya que los regidores de Morena y del PT negaron el acceso a los reporteros, mientras cuestionaban la posición de apertura a Rosendo Arrayales Terán.
Fieles a la recomendación del alcalde Sergio Pablo Mariscal, se pronunciaron en contra Carmina Islas, Juan Cota, Priscila Valdés, Rocío Lauterio y la petista Guadalupe Ochoa y la abstención de las regidoras Ana María Castro y Carmen Susana Valenzuela.
Sin embargo, la regidora independiente reclamó la diferencia con que se trataron las audiencias en la Comisión Anticorrupción del caso de la constructora Río Yaqui, propiedad de Rodrigo Bours, donde los de Morena se mostraron “muy interesados” por la presencia de los medios.
Al mediodía, muy puntuales llegaron a la comisión de Salud, los ediles Carmen Susana Valenzuela, Carmina Islas Rosas, Gustavo Almada Bórquez, Alma Preciado Bracamontes, Guadalupe Ochoa González y Rosendo Terán.
A la de Transporte fueron Rosendo Arrayales, Gustavo Almada, Víctor Ibarra, Francisco López, Rocío Lauterio Rebeca Godoy, Guadalupe Balvaneda y hasta Sergio Lamarque Cano, muy a su pesar, pues aduce que solo va a las sesiones cuando los temas le parecen interesantes, ya que la prioridad es “atender al pueblo” en su cubículo.
Esta vez “no le hicieron vacío” al regidor Arrayales Terán, como el pasado 20 de agosto, cuando los ediles de Morena y PT no acudieron a la Central Camionera con la excusa de que la sesión había sido cambiado de lugar y otros afirmaron que no pertenecen a dicha comisión.
“El miedo no anda en burro” o “será la fuerza de la conciencia quincenal”, debatían entre los pasillos los miembros de la banda reporteril, siempre tan acuciosa de los temas públicos aunque les incomode a los impostores de la IV Transformación.
Por lo pronto, la duda continúa: Les “picaron las costillas”, “se pusieron las pilas” por el temor a “perder” la dieta de mil pesos al día? Incluidos ya los vales de gasolina y los descuentos correspondientes. Ya veremos “si al ojo de la ciudadanía engorda la productividad del Cabildo ”.