Parece imposible, pero el alcalde Sergio Pablo Mariscal asegura que al terminar su período entregará el Oomapasc con finanzas sanas.
Hoy el Organismo Operador del Agua Potable parece estar prendido con alfileres, con una crisis financiera que va de una enorme deuda de alrededor de 700 millones de pesos a una cartera vencida de poco más de 1 mil millones y que parece irrecuperable.
Ya se habla incluso de una quiebra técnica próxima e inevitable, malos augurios para una empresa paramunicipal que por su naturaleza -vende el recurso vital, el agua- debería ser rentable.
Pero mientras los críticos ven insuperable esta difícil situación, el alcalde Mariscal confía en que habrá de superarse en menos de dos años.
"Sí se puede", asegura, "hay un compromiso de todos los empresarios para pagar puntualmente y quienes adeudan, pagar los cobros vencidos.
Hoy, cuatro de cada diez usuarios pagan el agua que consumen; se puede elevar esa relación a siete de cada diez, señala.
Mediante el diálogo y la concertación con los grandes deudores, particulares, del sector privado o instituciones públicas, se alcanzará poco a poco la estabilidad financiera, afirma Mariscal.
El rescate financiero está orientado a que paguen los grandes deudores que sí pueden pagar, mientras que a los sectores más vulnerables de la sociedad se les aplicará una tarifa social a su medida.
"Le pedimos a la gente de escasos recursos que se acerque para conveniar una tarifa social", dice