Para Virginia Serrano no hay un mensaje solidario de las autoridades ni de personajes públicos.
El domingo 19 de abril desapareció su hijo Ismael y la única respuesta oficial hasta hoy ha sido la indiferencia.
"Pusimos la denuncia desde hace un mes y nada nos han informado. Todo quedó en papel, en un archivo que no se ha movido", lamenta ahogada en llanto.
El domingo 19 Ismael Angulo Serrano salió de su casa ubicada en Urbi Villas, al poniente de la ciudad, subió a su moto y como en cualquier día normal esperaban que regresara al poco tiempo. Pero las horas pasaron y no volvió a aparecer.
El lunes 20 su familia solicitó intervenir a la Fiscalía General de Justicia del Estado en la sede local.
Desde entonces el dolor ha ido creciendo en esposa, madre, hermanas, y sobre todo en las dos pequeñas hijas de Ismael quienes cada noche lloran preguntando cuándo volverá su papá.
Son el mismo dolor y el mismo llanto de muchas familias cajemenses y de Sonora que tienen a uno de sus miembros desaparecido, dolor y llanto que aniquilarían a cualquiera si no fuera por la esperanza de volver a encontrarlos algún día.
Esa esperanza choca contra la respuesta negativa de las autoridades cuando les preguntan cómo va la investigación, ¿saben algo?.
Virginia, sus hijas y su nuera han puesto la foto de Ismael en postes y otros lugares públicos, donde alguna persona pueda reconocerlo y avisarle que lo vio aquí o allá. Todo en vano.
El dolor se acrecienta conforma pasan los días, el sufrimiento se agiganta con el llanto de las niñas que claman por el regreso del padre desaparecido.
A un mes de haber puesto la denuncia Virginia y su familia se plantan en el exterior de la Fiscalía, calles Yaqui y Jalisco, exigen cualquier información que les demuestre que se está investigando el paradero de Ismael pero ni siquiera un comentario reciben.
"No pusimos la denuncia para que quedara en un archivo nada más", protesta la hermana.
Y Virginia:
"Ellos (los agentes) están muy tranquilos, nomás hacen papeleo y no hacen nada, no atienden, no ayudan a las personas dolidas, si todos somos iguales ¿por qué?. Hemos caminado kilómetros y kilómetros poniendo su foto (la de Ismael) y nada, no sabemos nada".
"Ayúdennos por favor", clama y su voz choca contra los ventanales y muros de la Fiscalía.