Trabajadores del Club Yaquis impidieron el ingreso de inspectores del Organismo Operador del Agua Potable de Cajeme (Oomapasc) al nuevo estadio de beisbol donde habrían de revisar el medidor de consumo de agua.
El Organismo realiza en estos días una serie de acciones para verificar que los consumos reportados en negocios, edificios y residencias sean reales pues en algunos casos aparecen datos que no corresponden al consumo promedio de acuerdo con la dimensión del usuario registrado.
En el caso del estadio de beisbol que administra el Club Yaquis, presidida por René Arturo Rodríguez, se detectó que de un mes a otro -ambos posteriores a la temporada de juegos- el consumo medido se redujo drásticamente, casi en un 50%, afirmó Roberto Gamboa, director del Oomapasc.
Señaló asimsimo que la administración del estadio quitó el medidor anterior, que permitía tomar la lectura de consumo a control remoto desde el exterior del inmueble, por uno nuevo que sólo se puede verificar en el interior y para ello es necesario ingresar al estadio, lo que hoy les fue negado a los inspectores.
La directiva del Club Yaquis no pagó el consumo de agua durante las primeras tres temporadas desde la inauguración del estadio. De hecho ni siquiera tenían medidor, gastaban el agua sin pagar por ella.
Al llegar la nueva administración municipal (2018 -2021) se detectó esta irregularidad y se estimó que la deuda del Club Yaquis ante el Oomapasc era del orden de 3 millones de pesos, cantidad de la que sólo pagó un millón de pesos en efectivo, otro millón se negoció para cubrirlo en varios años y el tercer millón se pagó con publicidad del Organismo en el interior del estadio, publicidad innecesaria.
Tomas clandestinas y grandes deudores
Ante la resistencia de grandes consumidores a pagar sus deudas de agua, el Oomapasc inició un operativo para regularizar a los grandes deudores y tomas clandestinas.
Además del Estadio de los Yaquis se han visitado negocios y deudores domésticos, algunos de ellos ubicados en la zona norte y con vencimientos de hasta 88 meses. En estos últimos casos se les suspendió el servicio.
Para las tomas clandestinas, las multas van desde los 8 mil 400 pesos y pueden alcanzar hasta 84 mil pesos, de acuerdo al artículo 177 de la Ley de Agua del Estado de Sonora, dependiendo de cada caso o si hay reincidencia, esto sumado al cobro retroactivo por consumo de agua.