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El poderoso secretario Alejandro Esquer

María Idalia Gómez y Jonathán Nácar
Lunes 12 de Octubre de 2020
 

La publicación Eje Central publica un extenso reportaje sobre el perfil político del cajemense Ajejandro Esquer Verdugo, el cajemense que es secretario particular del AMLO y considerado como el hombre de mayor confianza del Presidente.

Por tratarse de un personaje local sobre quien se tienen pocos datos aquí en su ciudad natal, reproducimos una parte de este trabajo que habla sobre la personalidad, el origen de la relación con AMLO y otros atributos del "poderoso secretario".

 

 

 

 

Suele ser un hombre prudente y afable. Al mismo tiempo, su mirada y su actitud es la de un experimentado jugador de póker que observa detenidamente, al que sus gestos nunca delatan a sus pensamientos y menos sus jugadas, y es capaz de operar con absoluto rigor y minuciosidad las órdenes de su jefe, pasando totalmente desapercibido.

Si dentro del gobierno se pregunta por Alejandro Esquer Verdugo las respuestas ocurren en dos sentidos. El primero pasa por referencias sencillas, sin mayor conocimiento que el básico, es el secretario del Presidente, un hombre sencillo, amable, leal, discreto y buena persona. El segundo, se repite en decenas de personas, prefieren no decir nada, “es el hombre más poderoso” de Palacio.

Lo es. Este sonorense ha acompañado hace más de tres décadas a Andrés Manuel López Obrador. Es su amigo y el hombre de toda su confianza. Un hombre convencido de servir a una causa. Un cruzado. Prácticamente se ha mimetizado con él.

Ejerce esa “lealtad a ciegas” que el Presidente ha exigido a quienes forman parte del “proyecto de transformación” que encabeza su gobierno. 

Las personas de izquierda que conocieron a Esquer Verdugo cuando acompañaba a Cuauhtémoc Cárdenas tras renunciar al PRI y como candidato a la presidencia en 1988, lo consideran un hombre leal, de convicciones y honesto. Pero al que López Obrador volvió como él, obcecado y desconfiado.

Este hombre de cabello blanco, alto y de vestir formal, forma parte del grupo más cercano a López Obrador. Y se ha ganado a pulso tener el lugar más poderoso de Palacio, sin ostentarlo. Es el único que está en contacto permanente con el Presidente, conoce todos los detalles de su agenda, es el puente de comunicación con los miembros del gabinete y hasta con su familia. Es capaz de abrir espacio en el tiempo del tabasqueño para alguna persona y al mismo tiempo decir no. Pero además, es quien cumple las misiones más personales y sensibles de López Obrador, dentro y fuera del gobierno. 

Es por eso que ha construido un círculo muy estrecho y confiable para poder operar lo que requiera el Presidente. Así lo ha hecho desde 1996, cuando fue por primera vez secretario particular de López Obrador, cuando ocupaba la dirigencia nacional del PRD; y que debió ocupar de nuevo en la jefatura del Gobierno del entonces Distrito Federal, tras dejar el cargo René Bejarano en 2002, al ser captado recibiendo fajos de dinero del empresario Carlos Ahumada. Fue entonces, aseguran, cuando el tabasqueño decidió que confiaría en muy pocas personas y una de ellas era Esquer.

A partir del testimonio de diversas personas que han vivido de cerca la trayectoria política de Esquer Verdugo, ejecentral ha podido confirmar algunos pasajes de su vida y describir a este hombre que durante muchos años le prestó su Jetta para que recorriera las calles en campaña a López Obrador.

 

El dato. En noviembre de 2002, Alejandro Esquer es nombrado secretario particular del entonces jefe de gobierno, en sustitución de René Bejarano.

 

El filtro de Cárdenas

Descrito por quienes lo conocen, Alejandro Esquer Verdugo es percibido como un hombre sobrio, culto, sutil y sencillo en sus formas, de una amabilidad que acerca, pero a la vez muy reservado, serio, pero siempre respetuoso. 

Ejerce el poder sin caer en protagonismos, incluso suele hablar en un tono moderado, para nada estridente. Su manejo es y ha sido estratégico y cauteloso. Fiel a mantenerse apartado de la atención mediática como persona y servidor público, la estrecha vinculación que ha prevalecido entre Esquer Verdugo y López Obrador salió a relucir en días recientes debido a lo denunciado públicamente por Jaime Cárdenas Gracia, otro de los excercanos al Presidente, quien tras su dimisión del Instituto Para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP), ahora forma parte de las filas de disidentes de la denominada “Cuarta Transformación”. 

Es precisamente en el actual secretario particular del Presidente, en quien el doctor Cárdenas Gracia personificó el no haber sido escuchado por el Presidente sobre las inconsistencias, malos manejos y probable corrupción que detectó en el INDEP. 

›En algo insistió el ahora exdirector, en cumplir los procedimientos legales. Pero aparentemente Alejandro Esquer no lo escuchó, porque tenía una misión del gobierno de López Obrador. El secretario particular acudió a las a bodegas del Instituto par verificar qué bienes eran útiles para mitigar varias de las necesidades que había provocado la pandemia, desde insumos para repartir hasta objetos que pudieran venderse y contar con dinero que era necesario. Eligieron bienes embargados en asignación, sin que estos hayan sido aún adjudicados en favor del gobierno federal, pues incluso algunos estaban a mitad de dicho proceso, o ya habían sido vendidos, y fueron extraídos para ser entregados a la Defensa Nacional y a la Marina.

Según lo denunciado por Jaime Cárdenas, sería Esquer Verdugo, considerado amigo leal del Presidente, quien habría actuado con una suerte de tolerancia ante las anomalías cometidas o permitidas por el anterior director, Ricardo Rodríguez. Jaime Cárdenas identificó, entre otras irregularidades, la alteración de las joyas embargadas, avalúos por debajo del precio, así como el pago excesivo y mediante adjudicación directa a empresas dedicadas supuestamente a resguardar dichos bienes. Denuncia a la que esta semana se sumaron legisladores integrantes del Grupo Anticorrupción de Acción Nacional quienes exigieron la intervención de la Secretaría de la Función Pública para que investigue y sancione dichas inconsistencias. 

 

Apenas a tres meses de haber asumido el cargo como titular del INDEP, Jaime Cárdenas renunció y en declaraciones en diversos medios lamentó que el cumplimiento de procedimientos administrativos parecían no estar en sintonía con la toma de decisiones y la obtención de resultados que esperaba el gobierno lopezobradorista, incluso señaló que en lugar de la “lealtad ciega” que esperaba de él presidente se contraponía con la “lealtad reflexiva” con la que asumió el cargo. Y en ese mismo sentido, el Presidente le respondió. 

Jaime Cárdenas “tiene razón, pedimos lealtad a ciegas al proyecto de transformación, porque el pueblo nos eligió para eso, para llevar a cabo un proyecto de transformación, para acabar con la corrupción, para acabar con los abusos, para llevar a cabo un gobierno austero, sobrio, para hacer justicia. Entonces, sí es lealtad al pueblo, básicamente, no a mi persona. La lealtad a las personas se convierte, la mayoría de las veces, en abyección, en servilismo. Nosotros queremos lealtad al proyecto de transformación, eso es lo que pedimos”, sentenció el mandatario en la conferencia matutina en Palacio Nacional del pasado 24 de septiembre. 

El académico se quejó de que Esquer Verdugo no le permitiera acercarse a López Obrador para explicarle. Aparentemente no había necesidad, el Presidente ya se había quedado con la versión de su hombre de confianza, la muestra es que no recibió a Cárdenas Gracia y negó la existencia de inconsistencias en el Instituto. Pero además designó como sustituto a Ernesto Prieto, exdirector de la Lotería y quien aparentemente fue recomendada por el propio Alejandro Esquer.

“Ninguna anomalía me han reportado, no me han informado, pero además no pueden existir anomalías (en el INDEP) (…) Pues si hay denuncias se van a investigar como tiene que ser, pero esto es más que nada un asunto politiquero, no hay nada de qué preocuparnos”, subrayó el mandatario en la conferencia de ese mismo día.

La Presidencia de la República reveló en junio de 2019 que uno de los automóviles Jetta que trasladan al mandatario en la Ciudad de México pertenece a Alejandro Esquer, su secretario particular desde que fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México; el mismo funcionario fue quien realizó el registro ante el IMPI de los títulos de propiedad por 10 años para utilizar como marca comercial los nombres y siglas del mandatario y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.

 

Origen de un incondicional

Proveniente de una familia alejada de la política, sus padres Alejandro Esquer y Josefa Verdugo Castro, oriundos de la colonia Benito Juárez, al oriente de Ciudad Obregón, mejor conocidos como Plano Oriente, tuvieron dos hijos Alejandro y René, a quienes criaron gracias a lo que producía una carnicería. 

René se hizo sacerdote y es el párroco a cargo de la feligresía de San Isidro Labrador en Granados, ubicada en la sierra norte de Sonora. Alejandro, por su lado, emigró a la Ciudad de México, donde estudió ingeniería civil en el Instituto Politécnico Nacional.

Fue justo con el César Buenrostro (fallecido en 2016) con quien trabajó muy de cerca Alejandro Esquer, entre los años 1980 y 1982, durante el sexenio de José López Portillo. El ingeniero fue además secretario de Obras y Servicios del Gobierno del entonces Distrito Federal entre 1997 y a 2006, justo cuando llegó esa nueva izquierda a gobernar la Ciudad de México.

Esta relación con personas con ideas más vinculadas a la izquierda dentro del PRI, especialmente su cercanía con Cuauhtémoc Cárdenas, y César Buenrostro, definieron la ruta ideológica de Alejandro Esquer, y lo llevaron a toparse con Andrés Manuel López Obrador, relación que se estrecharía más luego de que el tabasqueño contendió y perdió la gubernatura de Tabasco en 1994. 

La cercanía con el actual presidente se fortaleció en la década de los noventa, luego de que entre 1993 y 1994 Alejandro Esquer se desempeñó como miembro de la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien fue el abanderado del PRD. 

Para 1996, ya cuando el tabasqueño López Obrador estaba en busca de la dirigencia nacional de dicho partido, Esquer Verdugo fue designado como encargado de la logística y la coordinación de eventos del equipo de López Obrador. Desde entonces prácticamente se hicieron inseparables. 

Tras haber concluido la Jefatura de Gobierno (2000-2005) en la que López Obrador mantuvo a Esquer como su secretario particular, este junto a otro de sus cercanos, César Yáñez Centeno Cabrera, actual Coordinador General de Política y Gobierno, fundaron, en septiembre de 2006, la asociación civil denominada Honestidad Valiente, predecesora del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de la cual Alejandro fue el presidente del Consejo de Administración.

La confianza entre Esquer y López Obrador se afianzó por el buen manejo de la asociación civil, que el tabasqueño calificó muchas veces como “impecable” entre sus allegados, porque le permitió no ser cuestionado por sus adversarios políticos.

 

Mimetismo dañino 

Los dos comparten el béisbol y en ese juego las miradas y algunas señas hacen la diferencia, también en la relación entre Esquer Verdugo y López Obrador.

Tras su nombramiento como secretario particular del Presidente, a cargo del manejo absoluto de su agenda, entre las principales funciones de Alejandro Esquer se enlistan, según su declaración en el Registro de Servidores Públicos la: “administración de bienes materiales; atención directa al público; labor de supervisión; licitaciones y adjudicación de contratos de bienes y servicios; manejo de recursos financieros; manejo de recursos humanos”.

Para 2020 en la declaración se modificó y acotó a la función principal de “dar puntual seguimiento a las órdenes y acuerdos que instruye el Presidente de la República”. Para las fuentes consultadas, la bomba que Jaime Cárdenas dejó tras su salida del INDEP, puso en evidencia que se puede ser flexible con algunas personas.

Alejandro Esquer es una muestra de esa flexibilidad del Presidente. Ha podido colocar a personas de su equipo en diferentes secretarías y áreas directivas de empresas productivas del Estado. Pero la posición más visible que consiguió fue la de su hija Carmelina Esquer Camacho, quien mostró un ascenso estratosférico de su carrera en el servicio pública durante esta administración. 

 

La invitación es a leer completo el intersante texto en:

https://www.ejecentral.com.mx/la-portada-el-poderoso-secretario-alejandro-esquer/

 

 

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