Cajeme transite de manera acelerada hacia el semáforo rojo.
El registro de casos en Cajeme se iguala a los que se tuvieron en la fase más crítica de la pandemia. Sin embargo el discurso oficial pretende ignorar esta peligrosa realidad.
El semáfro anaranjado en el que nos ubicaron las autoridades federales de Salud fue aceptado con desgano -irresponsabilidad- por parte del comité local que está a cargo de las estrategias contra la pandemia. Se aceptó el anaranjado una semana después de lo recomendado.
Hoy se habla con más irresponsabilidad de una transición hacia el semáforo verde, desviando la atención para no atender un panorama realmente preocuapante.
El registro de la semana recién concluida advierte el regreso de alta ocupación de camas hospitalarias y de más vítcimas osbre todo en el sector salud donde el personal tiene que trabajar en marcha forzada.
Pero esto no es tan importante para las autoridades como el deseo de dar una falsa imagen de control y autosuficiencia muy alejadas de la realidad que se está viviendo.