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En el momento del triunfo Iram Solís mantiene la modestia y sencillez que le reconocen sus allegados y exhibió en la campaña.
Ahora está rodeado por muchos más reporteros de los que asistían a sus mítines. Es natural, él ganó la diputación local del Distrito 16 tras un recuento de votos donde su más cercano contrincante, Armando Alcalá (PRIANRD), le pisaba los talones, pero conforme fueron sumándose casillas y boletas su ventaja se amplió para darle un triunfo incuestionable.
Antes de la elección enfrentó además los golpes bajos de personajes del partido que representó, el PT. Orlando Salido lo llamó "chapulín" y otros se expresaron en el mismo estilo. Parecían más interesados en el triunfo de Alcalá que en el de Iram.
Pero todo esto ha sido superado y ahora como diputado electo Iram Solís sólo tiene palabras de agradecimiento y asegura que no hay rencores o cuentas pendientes con los petistas que trataron de ponerle un zancadilla.
Por el contrario, expresa un agradecimiento al partido que lo postuló cuando el Instituto Estatal Electoral estableció que no podía ser candidato de Morena, su partido original.
"No soy así, no guardo rencores ni busco venganzas".
Rodeado de reporteros expresa su profunda fe religiosa como lo hizo en los eventos de campaña. Es un joven formado en una iglesia cristiana y cada vez que es necesario agradece a Dios por este triunfo y por lo que le ha dado en la vida.
Así es Iram Solís, él está seguro que las componendas, las traiciones y los golpes bajo tan frecuentes en la luchas internas del Congreso local no doblegarán su buena fe.
