El miércoles la gobernadora Claudia Pavlovich visitó Cd. Obregón "a escondidas" de los medios de comunicación.
Aunque después su equipo de prensa con el estilo triunfalista de siempre boletinó los logros exhibidos en cada acto que aquí presidió la mandataria, no hubo para los medios locales un aviso siquiera de los eventos y menos aún la invitación para entrevistarla.
En la recta final de su administración Claudia Pavlovich mantiene el menosprecio exhibido durante seis años a los medios de comunicación locales.
Fueron pocas las visitas que hizo a Cajeme y ante públicos afines, como empresarios y productores agrícolas. Fueron visitas donde su equipo de incomunicación social la envolvió en una burbuja de reporteros a modo, beneficiarios de convenios ellos o las empresas para las que trabajan. Un muro de contención ante preguntas incómodas o cuestionamientos sobre su administración.
En cada evento se repetía a los reporteros que "al final de la gira la Gobernadora los atenderá con mucho gusto". Pero esa "atención" no pasó nunca de una entrevista de banqueta, hecha a la carrera antes de subir a la vagoneta donde la esperaban guaruras y funcionarios acompañantes.
Esta última visita, la del miércoles, fue un cierre con broche de oro en la relación del gobierno actual con los medios de Cajeme. Cualquier entrevista o rueda de prensa que pudiera darse ahora sería inútil, demasiado tarde en un ciclo que está por cerrarse.
Si al presidente AMLO se le critica por los excesos de sus Mañaneras, donde responde a cuestionamientos y críticas abiertas, en el caso de la gobernadora de Sonora se critica su alejamiento excesivo del periodismo independiente y su afán de refugiarse en la mediocridad de voceros a modo que son felices cuando ella les habla por su nombre.
Hoy, al momento de escribir esta nota, los medios locales esperan el programa de la visita que hará Alfonso Durazo, y con especial interés los reporteros están pendientes de una rueda de prensa con el gobernador electo.
Ojalá el señor Durazo ya en funciones como mandatario sostenga la costumbre de hablar de frente con todos los reporteros locales, sin muros de contención ni discriminaciones. Eso está por verse.