El 14 de septiembre, 24 horas después de haber tomado posesión, se iniciará el rescate del sistema de salud, “que está para el arrastre”, dijo en Ciudad Obregón el gobernador electo. ¿Era necesaria esa expresión, que además acompañó el casi mandatario con un gesto despectivo?
Yo tengo la obligación profesional, como periodista y como historiador de los acontecimientos históricos de Sonora, de formular y documentar un juicio sobre el gobierno de Claudia Pavlovich Arellano, como lo he hecho respecto de todos los gobernadores que la han antecedido.
Pero no ha terminado su sexenio ni ha dado a conocer todavía su último informe. Cuando designó al actual secretario de Salud, hice pública mi extrañeza de que hubiera roto la tradición, apoyada en la lógica, de encargar esa responsabilidad a un médico. Pero es evidente que cuando llegue el momento de enjuiciar a este funcionario habrá que tomar en cuenta cómo enfrentó la terrible situación. Sufrió el contagio durante la lucha contra la pandemia, igual que la misma gobernadora.
Sin embargo, no es el momento de otorgar calificaciones, sino de recomendar que se guarden las formas y se dé preferencia a la cortesía mientras transcurre la transición. Nadie borrará las leyes vigentes que sancionan, en el ámbito de la administración pública, la incompetencia y la irregularidad de los funcionarios en el ejercicio o la omisión de sus funciones. Todo a su tiempo.
A menos que el llamado a la conciliación que lanzó el gobernador electo a unas horas de haber triunfado, haya sido cancelado.
LAS PLURINOMINALES, UN TUMOR
Tanto a nivel federal como local un mundo de voces se alza en cada proceso electoral pidiendo que se supriman las posiciones plurinominales, y de modo especial las diputaciones, que son las posiciones más numerosas. No sólo se trata de ahorrar en el pago de dietas, argumento de buen peso, sino de evitar que se les regale a parientes y amigos en abierta alcahuetería.
Es un secreto a voces que para calmar al presidente municipal de Cajeme, Sergio Pablo Mariscal, que tiene pleito personal con el alcalde electo Javier Lamarque, aunque ambos son de MORENA, se le dio una plurinominal a la esposa del primero.
El presidente del comité directivo estatal Ernesto Munro inscribió en la propuesta de pluris a su hijo de igual nombre, y el presidente del comité directivo estatal del PRI,
Ernesto de Lucas, se inscribió a sí mismo. Son botones de muestra de la dudosa ética.
No dudo de que algunos de los doce nombrados poseerán méritos, pero que los impongan sin más ni más, por voluntad todopoderosa de los líderes de partidos, por una recomendación “de arriba”, sin consultar a la gente, es un tumor antidemocrático que espera el bisturí que ha de cortarlo. ¿Cuándo?
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