Al concluir la vacunación (primera dosis) de los jóvenes de 18 a 29 años de edad, Bernabé Arana comentó entusiasmado la posible cercanía de la inmunidad de rebaño contra covid-19 en Cajeme.
La declaración del funcionario de la Secretaría de Bienestar surgió tras haberse alcanzado casi un 70% de la población adulta del municipio con al menos una dosis del antídoto, además de las miles de personas que han adquirido un grado de inmunidad tras superar el contagio.
Habría que esperar tres semanas después de la vacunación de los jóvenes y rezagados para empezar a notar la inmunidad del rebaño cajemense.
El optimismo de Arana estaba bien fundamentado de acuerdo con los parámetros que se marcaron desde el inicio de la pandemia hasta antes de la llegada de la tercera ola.
Pero hoy dichos parámetros o predicciones parecen derrumbarse. El aumento de los casos positivos en el municipio no se ha frenado, por el contrario mantiene la tendencia hacia arriba y este jueves se registró la cifra más alta de nuevos contagios en lo que va de la pandemia: 208 casos en un día.
Sólo los casos registrados pues ya es sabido que muchos con síntomas leves no se notifican, tampoco los asintomáticos.
Viene por los menores
Si algo sorprende del comportamiento del covid-19 es su adaptación a nuevas condiciones del entorno. Por eso cuando la mayoría de los adultos de las tercera edad estuvieron vacunados, el virus empezó a diseminarse con más fuerza en los adultos jóvenes.
Ahora que estos últimos también ya están vacunados, el virus empieza a acelerarse en los menores de edad.
sólo este jueves se confirmaron 49 casos pediátricos más en Sonora; ya no son 2 ó 4 casos diarios, como se registraban hace apenas unos meses.
La aparición e inmediata propagación de la variante Delta reduce con mucho las expectativas de la inmunidad de rebaño y esto no sólo es para Cajeme o México.
En Israel, uno de los primeros países que logró vacunar a la gran mayoría de su población mayor de edad, y por lo tanto creía ya controlada la pandemia, la variante Delta ha vuelto a encender los focos rojos con el registro de cada vez más casos nuevos. El gobierno israelí ya está preparando a su población para asumir la necesidad de una tercera dosis de refuerzo.
Caminito de la escuela
El contexto a nivel local y mundial torna más difícil el regreso a la escuela con clases presenciales. En México estamos sumidos en este debate que no debería ser tal sino enfrentar la realidad pronosticada, es decir, el incremento incontrolable de casos en menores de edad o pediátricos.
Volver o no a la escuela con clases presenciales es una decisión difícil que parece inclinarse cada vez más al no regreso y continuar con las clases virtuales.
Sí, es cierto que los niños están expuestos a un contagio en su entorno familiar, dentro de casa, o en el barrio y en cualquier espacio de contacto social, como la tienda de la esquina donde compran dulces y el parque donde los llevan a jugar.
Pero estos riesgos se multiplicarían en la escuela por más que el niño no se quite el cubrebocas. Los bebederos y baños colectivos, pero sobre todo las distracciones propias de la infancia, se convierten en factores de alto riesgo.
Aún no salimos de la tercera y ya se avizora una cuarta ola que sería más nociva porque se enseñará con los menores de edad, el segmento más amplio de la pirámide poblacional.
Es difícil pronosticar lo que viene porque el comportamiento de esta pandemia ha derribado incluso las predicciones de científicos. Además la aplicación de vacunas en los menores de edad apenas está en fase de ensayos.
Y sólo tenemos una opción: cuidarnos y cuidar al extremo a nuestro niños.