Como despedida de su gestión, el alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado llamó "liebres carroñeras" a quienes lo criticaron o se opusieron a sus decisiones de gobierno.
Fue en la parte final de su tercer informe de gobierno donde después de elogiar su trabajo por "levantar en Cajeme el edificio de la paz social que todos anhelamos", cuando Mariscal disparó el dardo:
"Ha sido un camino arduo, nada fácil, sembrado de liebres carroñeras, que saltan a cada paso".
Pero, añadió, el pueblo de Cajeme supo por dónde quería irse... por la ruta de la transformación... que tiene capitán" (en referencia obvia al gobernador Alfonso Durazo).
También en su despedida, Mariscal dejó en claro que espera ser llamado para incorporarse a la estructura del nuevo gobierno sonorense. Así lo expuso:
"Desde una próxima trinchera, cualquiera que ésta sea, yo seguiré aportando mis modestos esfuerzos por la transformación de Cajeme, de Sonora y de México”