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Al filo de la banqueta en la calle Mártires de Chicago, colonia Primero de Mayo, un humilde arreglo floral marca el punto donde un joven fue asesinado por resistirse a un asalto. Ofrendas como ésta han aparecido en todos los puntos de la ciudad en los años recientes.
Ourrió hace apenas unos días pero el nombre del joven, las circunstancias en las que fue asesinado, todo el caso, no merecieron grandes titulares de prensa ni declaraciones de autoridades y mucho menos marchas de protesta.
Sólo fue una más de las tantas víctimas inocentes de la violencia criminal que impera en nuestra ciudad. Los asesinos eran al parecer ladrones de poca monta que lo atacaron con armas blancas aprovechando la oscuridad del entorno a las 2:00 horas de la madrugada.
Hoy cuando los medios de comunicación repiten preguntas y noticiaqs sobre lo acontecido en Guaymas, donde fueron asesinados una jovencita inocente y un policía, nadie se acuerda del muchacho que murió en este punto de la ciudad.
Su modesta familia no recibió ni recibirá una expresión solidaria por parte de las autoridades porque no tenía presencia mediática.
El dolor de sus seres queridos persistirá mucho tiempo. Para el resto de la sociedad el asunto ya está olvidado, las investigaciones tal vez no den con los asesinos, como suele suceder.
Uno más de los ovlidados en esta época de barbarie que vive Cajeme.
