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Lo que fue el amplio y agradable salón de eventos Quinta Real está hoy semidestruido, inundado de basura y el césped de su área central quemado.
Quinta Real, ubicada en la calle Mariano Escobedo entre Chihuahua y Borlaug (colonia Campestre), es uno más de los muchos inmuebles vandalizados en Cd. Obregón que hasta hace apenas un año estaban completos y funcionaban. Pero en pocos meses han sido vandalizados, les han robado cualquier cosa que pueda tener un valor en el mercado negro, cables eléctricos, plomería, muebles sanitarios, cocinas, puertas, protecciones de fierro... todo.
Todo se llevan las bandas, al parecer bien organizadas, que se dedican a saquear y destruir edificios donde no hay vigilancia permanente. Lo hacen en unas cuantas horas, de la noche a la mañana una casa, un edicio comercial, almacén o escuela, quedan en ruinas.
Tan solo en esta área de la ciudad donde se encuentra Quinta Real hay grandes inmuebles que apenas fueron desocupados no tardaron en ser destruidos por el vandalismo.
Y los saqueadores no se limitan al robo, también destruyen al parecer sin más justificación que por el simple gusto de hacerlo. Queman interiores, tiran al suelo objetos que no les sirven, así dejan constancia de su "poder".
Impunidad
Existen pocos casos donde se haya detenido en flagrancia o arrestado a uno de estos delincuentes, salvo algún pillo solitario que fue detenido con lo robado poco antes.
El vandalismo que destruye inmuebles es al parecer una escala mayor de la delincuencia y por la rapidez con la que actúan puede suponerse que son bandas organizadas y capacitadas para este tipo de actividades.
Es difícil asegurar que actúan bajo protección o "arreglo" con algunas autoridades pero la impunidad es una constante en estos casos.
Protección para los saqueadores y para quienes les compran lo robado.
