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Por fin, después de cuatro años de espera y de conflictos internos entre yaquis y la empresa IEnova, está asegurada la conclusión del gasoducto que proveerá al sur de Sonora.
En estos días autoridades tradicionales de Loma de Bácum y funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad están cerrando acuerdos que permitirán acelerar la obra suspendida en el 2017, dio a conocer Rodrigo González, asesor de las autoridades.
Entre dichos acuerdos, señaló, quizás el más importante, la modificación del trazo original por uno nuevo que rodeará los pueblos tradicionales de la etnia en un área identificada en el croquis como "Territorio de interés" (marcado con línea roja).
Otros acuerdo significativo, añadió, es el pago de daños y prejuicios, además de cubrir el costo real por el uso del territorio.
Desde Estación Oroz el gasoducto se instalará en línea paralela a la costa y luego hacia la calle 300 (línea verde en el croquis) y de aquí hasta El Oro, al norte de Sinaloa.
Mientras más al sur, mejor
En su momento Guadalupe Flores Maldonado, miembro de la tropa de la Loma de Bácum, explicó la ruta propuesta:
"Lo van a bajar adelante de Vícam Estación, se lo llevan hasta la calle 29 (que va de San Ignacio a Vícam), pasan por la Base la cruzan, llegan por la 300 y lo cruzan por el medio del campo 60 hasta Ciudad Obregón; pero ya viéndolo en físico decidieron bajarlo hasta la 700 porque hay muchos centros poblacionales ahí, por nosotros no hay problema, entre más al Sur mejor".
La negociación con los yaquis es el capítulo final una vez que ya se anunció el acuerdo entre la CFE y la empresa Sempra (propietaria de IEnova).
El trazo original del gasoducto tenía un costo de 400 millones de dólares y cada kilómetro de gasoducto, dependiendo de las condiciones del terreno, cuesta entre 1 y 1.5 millones de dólares, por lo que la CFE podría construir hasta 210 kilómetros y erogar 315 millones de dólares.
La paraestatal mexicana absorberá este costo tal como lo anunció el presidente AMLO el 7 de agosto de 2020:
"Desviar el gasoducto en la región yaqui de Sonora costará al erario, pero saldría más caro no hacerlo, tal como ocurre al arreglar otros daños y entuertos del pasado.
"Sí vamos a hacer ese rodeo, nos va a costar pero nos cuesta más no hacer nada. (Le va a costar) a la Hacienda Pública. Todavía no sabemos cuánto costará, pero sí queremos resolver el problema porque así como ese tenemos otros”, explicó.
Así, las condiciones están dadas para terminar la construcción de esta obra indispensable para el crecimiento económico del sur de Sonora.
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Nota. El contrato para la construcción del gasoducto que transportará 510 millones de pies cúbicos al día, fue celebrado el 1 de noviembre del 2012. Se interrumpió su operación desde el 22 de agosto de 2017.
