Tiempos en que era Dios omnipotente
y el señor don Porfirio presidente
Tiempos -¡ay!- tan iguales al presente
(Parafraseando a Renato Leduc)
LA 4ta. Transformación no alcanza para derrumbar el mito del presidente omnipotente y la creencia de que una palabra suya bastará para resolver cualquier problema por añejo o intrincado que sea.
Allí están para comprobarlo los ciudadanos que esperan al presidente López Obrador en el exterior del estadio TOG, por la calle Guerrero. Todas llevan su petición, envuelta en un folder, para que sea recibida y aprobada por el Señor Presidente; si lo logran no habrá gobernador, alcalde o funcionario que se niegue a atenderlos y resolverles el problema que los ha traído hasta aquí.
Dónde quedó el dinero para el hospital
Un grupo de vecinos de Pueblo Yaqui también aguardan bajo el sol para entregarle su pliego petitorio al Señor Presidente.
El líder, Jorge Valdez, pide que se investigue y se castigue al exalcalde Rogelio Díaz Brown el presunto desvío de 37 millones de pesos que habría recibido durante su administración para destinarlos a la construcción de un hospital en Pueblo Yaqui.
Valdez está seguro de que Díaz Brown recibió el dinero pero no sabe a qué lo destinó.
Como prueba muestra datos de sindicatura y la petición que entregará al Presidente.
La esperanza de Esperanza
El Señor Presidente es la última esperanza de la señora Esperanza Ramos para obtener la liberación de su hijo, preso injustamente, dice, acusado de un robo que no cometió y por el que lleva un año en el Cereso.
La acusación es débil, las pruebas no existen, los avbogados le recomiendan declararse culpable para recibir beneficios de una sentencia aplazada sin razón. El muchacho no acepta tanta benevolencia y dice que prefiere pasar más años allí antes que reconocerse culpable.
Su madre espera pacientemente la oportunidad de dar a conocer el caso al Presidente; ha oído que él es aliado de los pobres y tal vez intervenga para que el hijo de Esperanza quede libre y sin mancha.
Revive caso Capetamaya
Aunque se creía enterrado en el olvido, el caso Capetamaya vuelve a cobrar vida y un grupo de campesinos del Valle del Mayo exhibe las mantas donde piden la intervención de AMLO para recuperar las tierras que injustamente les arrebataron hace varias décadas.
Arturo Osorio Valenzuela es el líder del grupo. Asegura que el caso Capetamaya se resolvió a favor de caciques mediante escrituras notariadas fraudulentas.
Piden que se instale una mesa técnica con representantes del gobierno y de los campesinos para concluir de manera favorable este caso que muchos creían olvidado.
Pero ninguna delegación federal les ayudará, dice Osorio, sólo el Señor Presidente.