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La pudrición texana avanza paso a paso por el subsuelo y al tocar la raíz de un yucateco o ficus se adhiere a él, lo trepa y termina por secarlo. Así ha extinguido a varios árboles que vivieron varias décadas en el camellón del bulevar Ramírez, uno de los pocos pulmones verdes de esta ciudad y donde a diario acuden personas de todas las edades a caminar y realizar ejercicios.
Los yucatecos (laurel de la India) y ficus sobrevivientes empiezan a manifestar en sus hojas secas los estragos que causa este hongo. Sólo es cuestión de tiempo para que ambas especies desaparezcan del bulevar Ramírez, de manera especial en la cuadra comprendida entre Chihuahua y Zacatecas.
En este tramo ya se observa una área abierta, en el lado norte esquina con Zacatecas, donde antes se gozaba la fresca sombra de árboles que han desaparecido en años recientes.
La pudrición texana es ocasionada por un hongo y una vez que empieza a atacar es muy difícil controlarla, explica Germán Pablos Tirado, presidente de la Fundación Ambiental del Valle del Yaqui.
No hay producto químico para controlar esta enfermedad, Pablos ha consultado con científicos y le aseguran que no hay un fungicida que lo pueda combatir.
Incluso en algunos cultivos como el algodón también se resiente la agresividad de la pudrición texana, por eso dejó de sembrarse este arbusto.
También el nogal, cuyo cultivo se ha extendido en el Valle del Yaqui, es un árbol susceptible.
Este hongo tiene como uno de sus principales hospederos a los álamos y son arrastrados hacia la ciudad a través de los canales que surten las potabilizadoras y distribuyen el agua de riego.
La contaminación de yuctecos y ficus en el bulevar Ramírez y otras áreas de la ciudad se debe básicamente a que son regadas con agua de las potabilizadoras, señala Pablos Tirado.
Campaña por el bulevar
El promotor ambientalista Alfonso Luna ha emprendido desde hace varios años una campaña para la reforestación de áreas verdes en la ciudad y en particular en el bulevar Ramínez.
Este viernes sembrará dos guayabos, un mezquite y un tabachín en la esquina con calle Tabasco.
Esos árboles son resistentes a la pudrición texana, como lo son el neem, el tepehuaje y el cirian, árboles para una campaña urgente de reforestación en el bulevar Ramírez y otras áreas de la ciudad.
