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Vivir alrededor del parque Los Pioneros es un privilegio que envidian muchos cajemenses. El ambiente sano que allí se respira y el espacio abierto decorado con un marco perimetral de árboles frondosos reflejan bienestar, calidad de vida.
Sin embargo este entorno no es tan apacible para los residentes en la calle Durango frente al parque, en particular para los esposos Morimoto - Bórquez quienes durante varios años tuvieron a un lado de su propiedad un local de fiestas infantiles.
De viernes a domingo y a veces entre semana el bullicio de las piñatas y los invitados que suelen estacionarse en el acceso a la cochera de los Morimoto fueron una pesadilla interminable.
"Las piñatas sólo duran cuatro horas, me decían mis amigas. Sí, pero al otro día muy temprano llegan los empleados del local a limpiar y tronar las bombas que sobraron, demasiado ruido", comenta Alicia Bórquez de Morimoto.
Hace unos días el local para fiestas infantiles fue cerrado, por fin. Pero el gusto les duró poco a los vecinos.
Y se pondrá peor
Ahora, señala doña Alicia, están acondicionando el terreno para instalar canchas de pickle ball, un deporte de moda practicado por gente de todas las edades.
El ruido aumentará y ya no durante dos o tres días sino toda la semana, añade.
Ya los vecinos se quejaron ante las autoridades. Esta área es zona residencial, no se pueden instalar negocios generadores de bullicio y ruido.
Los vecinos tenemos derecho a descansar, insiste doña Alicia y asegura que sus peticiones ante la autoridad no han sido escuchadas. Sólo les prometen hacer algo y no pasa nada.
Como éste hay un gran número de casos similares surgidos al paso de los años. Los negocios se imponen donde sea a los habitantes que aspiran a vivir en un ambiente tranquilo.
Así para la familia Morimoto Bórquez sólo queda la esperanza de que esta vez las autoridades hagan valer el derecho de los vecinos.
