Un apellido que pintó, por años, para ser referente del tricolor, ahora se encuentra diluido, aunque con presencia en la Cámara de Senadores; muchos piden que vuelva ante la crisis que atraviesa el partido que fue fundado a finales de la segunda década del siglo XX
Militantes piden su regreso
Uno de los personajes más representativos como figura de autoridad, en las primeras dos décadas del presente siglo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue Manlio Fabio Beltrones, tanto así que logró liderar el tricolor un año (2015-2016), pero renunció ante la falta de victorias electorales del instituto en la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo que se alejó del ojo público; no obstante, es su hija Sylvana Beltrones, la que actualmente mantiene el apellido en la escena desde el Senado de la República.
Pese a que el político sonorense se ha mantenido lejos de los puestos de elección popular, algo que realizó continuamente desde los años ochenta, la militancia del tricolor ha pedido su regreso a la escena política, especialmente, tras los escándalos por presuntos actos de corrupción que ha protagonizado el actual líder nacional del PRI, Alejandro Alito Moreno Cárdenas.
En este contexto fue que reapareció el exlegislador sonorense, a lado de otros exdirigentes, para plantearle nuevas alternativas de cómo manejar el Revolucionario Institucional al exgobernador de Campeche pues se han visto rebasados por la marea del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero dicho político no aceptó las ideas -entre las que estaba que él abandonara la presidencia del partido, como lo hizo Beltrones en 2016- al argumentar que fue electo por un periodo de cuatro años.
Ante tal panorama, destacó en la memoria colectiva la carrera del político nacido en 1952, el cual fue involucrado en el asesinato de Luis Donaldo Colosio y que, incluso, sonó como posible candidato a la Presidencia de la República en 2012, pero fue superado en la carrera por la silla presidencial por el exgobernador del Estado de México y, en cambio, obtuvo la dirigencia de su partido.
A diferencia de 1997 cuando se quedó fuera de la escena política, Beltrones no abandonó el protagonismo que había obtenido en el Poder Legislativo, por lo que nuevamente fungió como diputado federal de 2012 a 2015 en donde volvió a ser destacado por su buena relación con otros grupos políticos; tal protagonismo lo llevó a ser presidente nacional del PRI.
Pese a su éxito como legislador, la historia interna del PRI no le sonrió, pues las elecciones del 2015 fueron un duro golpe al perder 7 de las 12 gubernaturas que estuvieron en juego, por lo que solo se mantuvo al frente del instituto por 10 meses, tras lo cual no ha vuelto a tener un cargo político.
Sylvana
Mientras aconteció la salida de Beltrones de los cargos públicos, el nombre de Sylvana Beltrones Sánchez comenzó a colarse en la escena política nacional, por lo que muchos pensaron que iniciaría una dinastía de poder en el PRI, ya que ésta se encuentra casada con Pablo Escudero Morales, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), instituto que por años estuvo en alianza con el PRI.
Aunque desde el 2010 Beltrones Sánchez ocupó cargos al interior del tricolor, incluso en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), pasando por diputada federal (de 2015 a 2018) y senadora (en la presente legislatura), su carrera y la de su padre se vieron manchadas por acusaciones por presunta corrupción.
Según la investigación del diario El País, Sylvana Beltrones habría ocultado USD 10.4 millones en 2009 en la Banca Privada d’Andorra. En aquella época, la legisladora tenía 26 años y no ocupaba ningún cargo político, mientras su padre era el líder del PRI en el Senado.
Ante tales acusaciones, los dos miembros de la familia Beltrones negaron contar con cuentas bancarias en Andorra, así como no conocer dicho territorio; no obstante, varios personajes, como el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, han pedido que no se dejen en el olvido las carpetas de investigación en contra de los priistas por, aseveró, varios casos de corrupción.
Tales hechos hicieron que el apellido se fuera apagando cada vez más del protagonismo legislativo en México, por lo que actualmente no se se sabe si resurgirá con fuerza para “rescatar” al PRI o seguir observando desde la distancia.
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