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A partir de la administración de Ricardo Bours, 2003- 2006, a los gobiernos municipales se les heredó el compromiso de designar, honrar y otorgar reconcomiendo a un ciudadano distinguido cada año con motivo del aniversario del Ayuntamiento.
Para ello se señalaron el cumplimiento de varios requisitos, entre ellos:
Haber participado en el desarrollo de la comunidad dentro del periodo histórico comprendido del año 1906 hasta el actual.
Quedan incluidas personas que sigan con vida o hayan fallecido, mexicanas o extranjeros, sin exceptuar religión, filiación política o sexo.
Que hayan fomentado o coadyuvado a difundir arte, cultura, deporte, economía, filantropía o educación, mediante la aportación generosa de su capacidad, esfuerzo, bienes y tiempo.
Que la influencia de su obra exista, se sienta y haya establecido un patrón de actuación que perdure todavía en nuestros días.
Entre los reglamentos para esta distinción no se señala si en cada cumple años del Ayuntamiento será designado solo un personaje o más de uno.
Tampoco se hace mención si a una persona ya otorgándole esta mención se podría volver a hacerlo.
En el primer año se le dio reconocimiento 75 personajes, entre vivos y fallecidos, considerando uno por cada año que cumplía el Ayuntamiento.
De tal forma que en los primeros años, se le dio reconocimiento a una sola persona, pero al paso del tiempo, como que a esto no se le ha dado la debida seriedad, y parece ser que el alcalde en turno, como se estila en todas la decisiones de cabildo, teniendo a la mayoría de los regidores de su partido a su favor, al plantearse la designación de un personaje para este fin, de antemano se sabe que sería votado.
Así, parece ser que en los últimos años esto se ha hecho con el mayor de los descuidos y con muy poca seriedad entre quienes recae la designación de estos ciudadanos.
En algunas ocasiones se ha designado a dos personajes, en otros se ha aumentado hasta cuatro.
Otra más: Hay personas a quienes se les ha dado esta distinción en más de una ocasión, argumentando los responsables de estas designaciones, que esas personas se los merecían. Pueda ser que sí.
En Cajeme en sus 116 años de existencia hay un gran número de hombres y mujeres que se merecen esa distinción, los responsables de esta nominación necesitan darse una vuelta por la historia de este pueblo para que entiendan que Cajeme no es de hace 4, 5 ó 10 años y que en la actualidad, mucho de lo que tenemos nos fue heredado por esos hombres y mujeres a los cuales no se les reconoce y que habitaron en el Municipio muchas décadas atrás.
Entre nuestros ancestros hay varios que cumplen en forma cabal cada uno de los requisitos implementados para este fin, sus obras ha perdurado durante décadas, solo falta voltear a mirarlos a través del tiempo.
Ojala que los responsables de elegir al ciudadano distinguido de este año, sean acuciosos y sepan distinguir entre quienes han dejado huella en bien de la comunidad y no se dejen llevar por el amiguismo, por intereses o el compadrazgo.
Que sepan distinguir entre otras cosas que existe una enorme diferencia de cuando la filantropía brota en la humanidad de ciertas personas, porque esta se siente en muy variados aspectos, a otras cuando ciertos personajes, son solo hombres dedicados a sus negocios, empresarios verdaderamente exitosos pero muy distantes de cumplir con los requisitos que se plantean para ser acreedores de este galardón.
Es decir, muchos son los ciudadanos que opinan que a más de uno de los personajes que se le ha dado esta distinción, no les alcanzaba los méritos para ello.
Si el mérito fuera por ser empresarios exitosos tendrían que dársele ese galardón a los accionistas de las cadenas de tiendas OXXO y también a los directivos de Constellación Brands.
