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“Una persona tiene derecho a protestar y el Estado debe protegerle la vida, sea cual fuere la naturaleza de la protesta”. (Pablo Milanés. Cantautor cubano).
“La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad”. (Arturo Pérez-Reverte. Escritor y periodista español).
Dentro de los derechos naturales de los seres humanos, entre ellos el derecho a la vida, existen otros dos fundamentales: el derecho de pensar y de expresarlo o no. Enajenar estos, es atentar contra la libertad misma del ser. Una de las maneras de manifestarse en forma razonable son las marchas pacíficas con fundamento y con respeto y no con libertinaje que se traducen en desmanes y atropellos que coartan la libertad de otras formas de pensar.
Aquí cabe la frase: “la libertad de uno termina cuando comienza la libertad del otro”, atribuida principalmente al filósofo y escritor Jean Jacques Rousseau (1712-1778), cuya obra más importante es el Contrato Social, se refiere en parte, sobre la libertad e igualdad de los hombres bajo un Estado instituido por medio de un contrato Social. Donde se establece que la educación debe estar garantizada por el Estado. A esto último agregaría, como diría la yucateca […] “depende -ja”; debido a que la educación garantizada por el Estado, cuando menos en nuestro País, está supeditada al mandato constitucional en el Art. 3°, donde cuenta la opinión del Estado, maestros y padres de familia; siendo la educación laica, pero respetando las creencias o no creencias religiosas. Por supuesto que no debe de ser una educación adoctrinadora de ideologías políticas, como sucede en los gobiernos totalitarios.
La frase anterior también se la atribuyen a Jean Paul Sartre (Filósofo francés. París 1905-1980): "Mi libertad se termina donde empieza la de los demás". La libertad termina cuando se pretende causar un daño a los demás o al patrimonio de un pueblo. Termina cuando se pretende justificar el no acatamiento de las leyes implícitas en la constitución que rige a un País.
Cualquier marcha que se realice para que la ciudadanía manifieste una inconformidad contra las autoridades gubernamentales o alguna Institución, es permitida siempre y cuando no se cometan actos vandálicos o que atenten contra la seguridad de las personas. En caso de esto último, las autoridades tienen la obligación de poner orden y castigar a quienes cometan estos actos indebidos. Pero tal parece que en nuestro País, las autoridades “se hacen como que la virgen les habla”.
La marcha no solo por la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), anunciada para el domingo 13 de este mes, se espera la asistencia de una ciudadanía responsable e informada, una manifestación pacífica, contra la propuesta del presidente a la Reforma Electoral, pero en especial a lo que concierte al INE, donde se pretende “veladamente”, que deje de ser un organismo autónomo; quieren eliminar al árbitro actual, para que el gobierno, como antes (el PRI), lo sea de nuevo. Pero también será una marcha por la democracia y el futuro de México. Defender la democracia por la que tanto se ha luchado a través de manifestaciones, marchas y movimientos sociales, desde los años 50 con los diferentes movimientos sociales como: el de los ferrocarrileros, del magisterio, la de los médicos (1965), y el parteaguas, el movimiento estudiantil del 68, entre otras de épocas más recientes. Un ejemplo de marcha pacífica fue la del 27 de agosto de 1968, dentro del movimiento estudiantil: La gran marcha del silencio.
Por supuestos que algunos de estos movimientos tuvieron, como siempre, infiltrados de los gobiernos en turno, con porros mercenarios, como en el “Halconazo” del 10 junio de 1971, donde hubo cientos de estudiantes muertos, que marchaban en apoyo del movimiento estudiantil de Nuevo León; grupos paramilitares provocaron la cruel masacre. Tema de una Película de Gabriel Retes: El Bulto.
En la marcha del próximo domingo 13 de noviembre, se espera sea pacífica, y estar alerta de posibles infiltrados a favor de este gobierno, que se ha caracterizado por provocador y polarizador de la ciudadanía, etiquetando a los posibles marchista, de traidores a la patria, simuladores, aspiracionistas, fifís, hipócritas corruptos, rateros (a varios, ahora MoReNistas, les sangró el “hocico”). Ya se les olvidó a muchos de ellos, que anteriormente pertenecían a esa élite gubernamental (PRIistas, ahora “honorables” MoReNistas), que intentaron y reprimieron algunos de los anteriores movimientos sociales. Actualmente se han presentado algunas marchas que se han caracterizado por hechos vandálicos, y el gobierno es sordo, mudo y ciego. Tampoco se acuerdan del plantón del Paseo de La Reforma que duro 47 días (2006), que perturbaron la vida económica, en una parte de la Ciudad de México y a la propia ciudadanía (existe amnesia selectiva).
Esta marcha debe ser realmente ciudadana, los militantes y los líderes de los partidos tienen el derecho de asistir pero no como tales, sin colores ni logotipos partidistas ni protagonistas, ni deben encabezar este movimiento CIUDADANO, “acaparando cámaras”; si van, que vayan como ciudadanos SIN PARTIDO. No deben dar pie a que, los 4 Teatreros hagan sus dramas, que es un movimiento de “los partidos opositores”. Esto es un movimiento de una ciudadanía que se opone a la destrucción de las Instituciones, que si no son perfectas, si son perfectibles. Los líderes podrían, como los infiltrados, contaminar esta gran marcha de ciudadanía responsable, que se realizará por toda la República Mexicana. Imagínense un Alito Moreno (N.P.) en esta marcha, que aberración y más si algunos de estos líderes se atrevieran tomar la palabra.
Afortunadamente, cuando menos en la Ciudad de México, habrá un solo orador, el primer presidente del INE (antes IFE), el académico José Woldenberg, para mi personal opinión, uno de los mejores presidente del Instituto Federal Electoral.
Acudamos a la Marcha Ciudadana, sin presiones y ni acarreos, ejerzamos la libertad de manifestarnos y de jamás tener el pensamiento cautivo.
El 12 de noviembre estaré en Culiacán, Sin. Allá asistiré a la Marcha Ciudadana.
raulhcampag@hotmail.com
@RaulHectorCamp1
