Residentes del fraccionamiento Capistrano mankifestaron ante el alcalde Javier Lamarque su descontento por el retiro que hizo la autoridad de la reja con la que pretendían cerrar la calle donde viven, la San Alberto, para incrementar la seguridad de sus familias.
Previamente los vecinos aseguraron que al comprar sus viviendas en ese sector la empresa fraccionadora les aseguró que podían hacerla privada, y con ese propósito 25 familias estuvieron de acuerdo en instalar la reja que cortara el paso a sus viviendas.
Argumentaron que sólo un vecino de apellido Matus se opuso a esa medida y él presumió de tener influencias en el gobierno municipal para ordenar que retirarn la reja, como ocurrió días después ante la enérgica oposición de los residentes del lugar.
Incluso una señora que trató de impedir las acciones de los trabajadores municipales fue sometida por mujeres policías y, dijo ella, levemente golpeada en un brazo por el agente que estaba en ese lugar.
Este día los vecinos acudieron ante el alcalde Lamarque buscando su apoyo, pero él les argumentó que no se puede permitir la privatización de una calle pública porque eso va contra la ley.
Además, les dijo Lamarque, no es sólo un vecino el que se opone al cierre de la calle sino al menos diez familias que manifestaron esa postura. "Si todos los vecinos apoyaran el cierre, eso se respetaría, pero no es el caso, están divididos".
Reiteró a los vecinos que instalaron la reja que el Ayuntamiento debe garantizar el libre tránsito de las personas en una vía pública.