El tema del Acueducto Independencia persigue a Guillermo Padrés como un fantasma del que trata de escapar con argumentos reiterados donde él se sitúa como un estadista que salvó a Hermosillo de la catástrofe.
Y de nuevo carga contra los enemigos políticos que debió enfrentar: Los agricultores del Valle del Yaqui que a estas alturas no se sabe si con admiración o de burla los llama "agrotitanes".
Ante Diego Osorno, reportero de Milenio, Padrés enfatiza su versión:
"Estos agricultores le hicieron un gran daño a la gente de Ciudad Obregón. Hubo miles de millones de pesos que se ofrecieron para el desarrollo de las familias más necesitadas de Cajeme y no los aceptaron".
Más dinero del que hubieran obtenido con esa agua "pero tampoco lo aceptaron, porque se veían afectados en sus intereses políticos y personales".
Incluso, agrega. querían sumar a muchas comunidades de los yaquis y no lo pudieron hacer, pero si hablaban en nombre de ellos.
Agrega en modo profético:
"Le hicieron un gran daño, y la historia nos va a llevar a que lo sepan los ciudadanos de Cajeme".
El verdadero motivo
En la plática con Osorno, el exgobernador de Sonora vuelve a los argumentos esgrimidos desde el primer día:
La única opción viable era el acueducto, ceder un poco de agua del Valle del Yaqui no causaría ningún problema, pero los agrotitanes nunca cedieron.
Luego vino el candidato presidencial Enrique Peña Nieto y ofreció en el 2012 cerrar el acueducto.
Pero en su versión Padrés, quien justificó la obra como un hecho inevitable pues proveería a Hermosillo de agua para comsumo humano, menciona que el verdadero trasfondo del asunto:
"La falta de agua aquí en Hermosillo, al grado de que ya no había viabilidad para nuevos fraccionamientos, parques industriales ni desarrollos de vivienda, porque ya no había factibilidad de poder proveerles el agua en esas áreas”.
Texto completo en;
https://www.milenio.com/opinion/diego-enrique-osorno/detective/la-disputa-por-el-agua-en-sonora