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El año que inicia será trascendente, entre otros hechos, porque al paso de los meses se irán consolidando las personalidades y proyectos que regirán en el país a partir del 2024.
En este contexto los gobiernos emanados de la 4T, locales y federal, tienen 12 meses para demostrar a la sociedad que no se equivocó al brindarles un amplio apoyo en las elecciones recientes. Deberán enfrentar retos en escenarios cambiantes; de la forma como lo hagan y de los éxitos o fracasos que acumulen este año dependerá su continuidad o despedida en la jornada electoral del 2024.
En Cajeme los retos del gobierno local parecen insuperables, demasiado grandes para una administración acotada por recursos insuficientes y un escaso margen de maniobra frente a problemas en aumento como el colapso de la infraestructura urbana, la delincuencia organizada o no, la pobreza y la descomposición del tejido social (frase pronto convertida en lugar común)
Cuatro enormes problemas a enfrentar desde el gobierno local, cuatro retos mayúsculos que pondrán a prueba la eficiencia del Modelo 4T en el ámbito inmediato de un municipio agobiado por la realidad adversa que se engendró hace más de una década y creció hasta llegar al estallido de la crisis actual.
Frente a dicha realidad no servirá de nada la retórica ni la promesa eterna de un futuro mejor. El electorado llegará a las urnas en el 2024 condicionado por los problemas concretos de su comunidad y sobre todo por las respuestas o soluciones que hayan ofrecido las autoridades en este 2023.
En la edición diaria de Infocajeme analizaremos uno a uno los cuatro retos más importantes no sólo del gobierno sino de la sociedad cajemnse en general durante este 2023.
Iniciaremos con el colpaso de la infraestructura urbana.
