Gretel, niña de 7 años que tocó la "Campana de la Vida" tras vencer el cáncer, volvió a su casa después de pasar meses internada en el hospital.
“Todo pasó tan rápido que resultó difícil de asimilar. En el último tercio de 2022 mi hija perdió la sonrisa y luego peso; supusimos que eran bichitos y nada más. Después tropezó en el pasillo de la casa y comenzó a renquear; nos decíamos que en breve estaría jugando con su hermanito como siempre, pero pasaban los días y la cojera no cedía. La rodilla le empezó a crecer y decidimos ir al médico, quien nos recomendó practicarle algunos exámenes”, comparte Ana Karen Juárez, madre de Gretel..
Farina Esther Arreguín, especialista en Oncología Pediátrica, dio a conocer que en "En México tenemos un índice de supervivencia de 50 por ciento, es decir, de cada 10 niños con cáncer, cinco mueren; mientras que en Estados Unidos y Japón son ocho –e incluso nueve– los que sobreviven. ¿Por qué en otros países los infantes se curan y aquí sus probabilidades de sanar son las mismas que las de ganar o perder un volado? Por retraso en el diagnóstico”, asevera la también docente de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Los síntomas que deberían hacer saltar las alarmas –enumera la profesora Arreguín– son: fiebres de más de dos semanas que no remitan tras el uso de antipiréticos o antibióticos; pérdida de peso aunque la ingesta sea la misma; crecimiento de ganglios o de alguna parte del cuerpo; dolores de cabeza recurrentes o malestares en los huesos; cansancio inexplicable; sudoración nocturna excesiva que llegue a empapar las sábanas, o regresión de habilidades ya adquiridas, como cuando el infante ya sabía caminar o andar en bicicleta y de súbito no puede hacerlo más.
“También debemos estar atentos a las parálisis faciales y a los reflejos blancos en las pupilas, pues eso se llama leucocoria y puede apuntar a un retinoblastoma, el tumor intraocular más frecuente en niños de corta edad.”
Este 15 de febrero al celebrarse el el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil.
Para Arreguín, esta efeméride sirve para recordar a todos que, si nos involucramos, podemos alcanzar 80 o 90 por ciento de sobrevida registrado en los países del llamado primer mundo: “Ante cualquier situación rara es preciso llevar al niño con el pediatra o médico familiar para descartar riesgos o referirlo lo más pronto posible a un hospital de tercer nivel.
El cáncer puede curarse, pero necesitamos hacer las cosas bien y a tiempo”., la doctora Arreguin advierte:
"Si nos involucramos, podemos alcanzar 80 o 90 por ciento de sobrevida registrado en los países del llamado primer mundo: “Ante cualquier situación rara es preciso llevar al niño con el pediatra o médico familiar para descartar riesgos o referirlo lo más pronto posible a un hospital de tercer nivel. El cáncer puede curarse, pero necesitamos hacer las cosas bien y a tiempo”.