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El reordenamiento del centro comercial de Cd. Obregón tiene una larga historia de buenos propósitos, muchas declaracioneas y ningún hecho concreto, sólo anuncios del "ya merito reordenamos" que han proclamado funcionarios municipales y empresarios desde hace al menos diez años.
En el archivo de Infocajeme aparece el tema por primera vez el 17 de julio de 2013 durante la administración municipal de Rogelio Díaz Brown. Ese día se informó: “Las primeras acciones para reordenar el centro de la ciudad han sido puestas en marcha”.
Además de medidas menores se mencionaba la necesidad “de ganar espacios para que los ciudadanos caminen por el centro” e instalar líneas subterráneas de energía eléctrica, tv por cable y teléfono, así como uniformidad en las fachadas”.
Los cajemenses ya imaginaban un centro de primer mundo, sin la telaraña de cables sobre sus cabezas y con fachadas uniformes de singular arquitectura. Qué belleza de ciudad.
Pero cinco meses después (2 de diciembre 2013) el dirigente de Canaco, Arturo Knapp reconoció que intereses creados impedían la reordenación del centro comercial.
Dichos intereses, precisó, son los de empresas de transporte que pelean el privilegio de tener sus terminales juntas en uno o dos puntos del centro, además de los intereses de líderes que protegen a vendedores ambulantes instalados en calles y banquetas.
No mencionó Knapp el interés de un empresario por tener todas las paradas de camión posibles en la cuadra de su propiedad y donde renta locales comerciales.
Optimismo desbordado y archivado
Posteriormente, el 18 de enero de 2016, el nuevo dirigente de Canaco, Edgar Fabián Manríquez, aseguró que la buena relación entre el gobierno municipal, líderes de comerciantes ambulantes y el comercio establecido generaba confianza para avanzar hacia el reordenamiento.
Rebosando optimismo Manríquez se adelantó y felicitó al alcalde (Faustino F. Ch.) por la iniciativa de regularizar el comercio en el Centro, “pues se ha observado un crecimiento desmedido del ambulantaje convirtiéndose en una competencia desleal para los negocios formalmente establecidos”.
Ese mismo año pero nueve meses después, el 27 de septiembre 2016, el secretario del Ayuntamiento, Armando Alcalá afirmó que los puestos semifijos o "ambulantes" ubicados en el centro de la ciudad permanecerían allí porque demostraron estar en orden con sus permisos y pagos de piso.
Al detallar los avances para el reordenamiento del centro, Alcalá explicó que sólo fueron retirados los puestos que no tenían permisos en regla o cuyos propietarios no cumplieron con los pagos obligados. O sea, que no pertenecían a la organización del líder priista Manuelito Montaño, flamante diputado federal suplente.
Respecto a los parquímetros, Alcalá manifestó que se estaban revisando en qué áreas instalarlos.
Y como si fuera un hecho consumado no dudó en señalar que los ingresos generados por los parquímetros se destinarían al acondicionamiento de los parabuses.
Ni reordenamiento, ni parquímetros ni depuración de ambulantaje. Menos éste último, que siguió aumentando al tiempo que crecía el caos en banquetas y calles donde el comercio establecido se estableció también.
Ahora sí, se loa prometo, ahora sí
Poco antes de iniciar la administración de Javier Lamarque, el 12 de julio 2021 la Cámara de Comercio hizo “un llamado a las próximas autoridades municipales para que retomen el tema del reordenamiento del centro de Cd. Obregón”.
La respuesta tardó en llegar cuatro meses. El 4 noviembre 2021 ya como alcalde, Lamarque dio a conocer que se trabajaba en un plan integral para mejorar la movilidad de peatones y automovilistas.
“Es importante también que se respete el derecho de las y los ciudadanos a transitar libremente por sus calles y banquetas, sin que haya obstáculos que lo impidan”, dijo JL.
Se busca restablecer la imagen urbana y la seguridad mediante el ordenamiento de los puestos semifijos, al limitarlos a cumplir con los espacios permitidos, contar con instalaciones seguras, higiénicas y fachadas gratas a la vista, entre otras especificaciones, añadió.
El proyecto tan anhelado por empresarios, autoridades y ciudadanos estaba por fin a la vuelta de la esquina.
Pero esa esquina es demasiado larga al parecer. El 31 de marzo 2022 se anunció que el Ayuntamiento buscaba acuerdos con el comercio establecido y los ambulantes para iniciar –ahora sí, por fin- el reordenamiento del centro de la ciudad.
"Iniciaremos con el mejoramiento y reordenamiento de tres calles que rodean al Mercajeme -Sonora, Chihuahua y Veracruz-, y hacia el sur hasta la Zaragoza", explicó Lamarque.
Sin embargo, las cosas tomaron su ritmo normal. Es decir, mucho discurso, pocas acciones.
Ahora, un año después se habla esta semana de una reunión de autoridades, comerciantes, anexos y conexos de la comisión creada para re-re-re ordenar el centro.
La experiencia nos dice que en México cuando quieras retrasar algo, crea una comisión.
En este caso, no sería raro que el “gran paso” de esta semana nos asegure ahora sí el reordenamiento del centro para el 2024, es decir, antes de las elecciones.
Sólo queda una duda: Los comerciantes ambulantes, que son la gran mayoría como se ha dicho, poco más de 200, ¿aceptarán irse así nomás sin chistar?
Y los comerciantes establecidos ¿aceptarán quitar sus tiliches de las banquetas?
¿Tendremos pronto un centro comercial limpio y ordenado?
