Pese a la sugerencia del presidente AMLO para que sus "corcholatas" retiren los grandes anuncios espectaculares con los que se promueven, Adán Augusto López no ha hecho caso de lo que dice "su hermano".
En varios puntos estratégicos de la ciudad, calles con alto tráfico de automóviles y personas, permanecen aún anuncios de los muchos que simpatizantes (así les dicen) de Adán pagaron para que se instalaran.
Tal vez por ser demasiados aún no han concluido con la tarea de quitarlos o sólo quieren ganar unos días más de promoción para el "hermano" menor del presidente de la República.
Permenece el cartel en la esquina de Jalisco y 200, salida sur de la ciudad por donde a diario transitan miles de vehículos. También están los de la calle 300 cercanos a la Plaza Sendero, una vía también muy concurrida sobre todo en las horas pico de entrada y salida a los centros de trabajo.
Con esta actitud el "hermano" que rechazó el apoyo de 5 millones de pesos ofrecidos para los gastos de precampaña está negando su presumida austeridad.
Y lo peor de todo es la desobediencia abierta hacia el hermano mayor.
Adán se está alejando del paraíso.