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¿Qué ha pasado con la promesa del litio en Sonora? Hasta hace unos meses se hablaba del yacimiento ubicado en Bacadéhuachi como una fuente segura de riqueza y crecimiento inusitado para la región serrana del Estado y las finanzas federales. Tan así que sin mayor recato se consideró la nacionalización del litio como un simil de la petrolera decretada por el presidente Lázaro Cárdenas.
Sin embargo a medida que pasan los meses no se ha vuelto a mencionar con tanta vehemencia la promesa de una bonanza genrada por los yacimientos del litio en Sonora.
En cambio nos llegan noticias de nuevos yacimientos y grandes proyectos de explotación del litio en varias partes del mundo, sin contar con los gigantescos -los más grandes del mundo- en Sudamérica, desde Bolivia a Argentina.
Ests ya eran conocidos desde antes del descubrimiento del litio sonorense. No incluían el descrubrimiento de las reservas del metal que podrían ser las más grandes del mundo y se ubican bajo el yacimiento de un antiguo volcán en el área conocida como la Caldera McDermitt, situada entre Nevada y Oregón, Estados Unidos.
Así el mayor cliente potencial del litio, el país vecino, parece tener ya aseguradas las reservas que necesitará para el impulso de la nueva era industrial basada en el aprovechamiento de este metal.
Además llegan noticias de una nueva fuente de abastecimiento para la industria europea, los yacimientos ubicados en la región fronteriza entre Chequia y Alemania.
Los nuevos descrubrimientos y proyectos para el litio en otros países no harán desaparecer al yacimiento de Sonora del mapa de las fuentes de abastecimiento para la economía mundial. Sólo harán disminuir la ilusión de convertirnos en nuevos ricos a costa del litio, como alguna vez lo fueron los enclaves petroleros.
Dicha certeza se refleja en el bajo presupuesto asignado por la Federación para el próximo año al proyecto de litio en la sierra sonorense.
Dicho en términos regionales, es hora de "bajarle dos rayitas" a la anunciada bonanza de nuestro litio.
