CDMX.- Tal vomo se había previsto desde hace varias semanas, casi desde que inicio el proceso interno de Morena para la candidatura a la Presidencia de la República, las encuestas favorecieron a Clauida Sheinbaum y colocaron a Marcel Ebrard en segundo lugar.
Las reacciones han sido las esperadas: La felicidad y agradecimiento de la exJefa de Gobierno de la Cd. de México, y la protesta tronante -rompiente tal vez- del excanciller.
Ebrard ha desconocido la legitimidad del proceso y señaló a los organizadores, básicamente al líder morenista Mario Delgado y al gobernador Alfonso Durazo, como políticos "muy parecidos al PRI".
El siguiente paso deberá ser el rompimiento definitivo de Ebrard con Morena o su aceptación negociada de la derrota.
Si ocurre lo primero, renuncia a Morena, vendrán enseguida las apuestas respecto a la posible aceptación de Ebrard para ser candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, una opción que se antoja difícil porque la dirigencia de MC no ha dicho nada al respecto, aunque tampoco es imposible ya que las figuras anaranjadas -Colosio, García y Mercado- no han demostrado interés y en el caso de los dos primeros al parecer esperarán su momento para el 2030