Madres de familia de la escuela primaria "Olga Díaz" cerraron el acceso al plantel ubicado en la colonia Miravalle para exigir la solución al problema generado por un alumno violento que suele golpear a sus compañeritos sólo por el placer de hacerlo.
El pequeño C. G., de aproximadamente siete años, cursa el primer grado en el grupo A y, según las manifestantes, es demasiado agresivo ya que ha golpeado a varios niños y niñas.
Las madres afirmaron que en repetidas ocasiones han solicitado la intervención de la policía municipal y de autoridades educativas pero la situación no ha cambiado. El niño sigue agrediendo a compañeros y cada vez con más violencia, dijeron.
El problema se agudiza porque la mamá del niño no quiere aceptar su responsabilidad de corregirlo ni da el consentimiento para que sea canalizado a una institución con especialistas que lo orienten y lo hagan canalizar su personalidad hacia actos positivos.
Tampoco la directora del plantel, Lilián F., ha podido convencer a la madre del menor para que lo corrija en casa.
Las madres protestantes colocaron varias cartulinas en la cerca frontal de la escuela donde describen el temor provocado por el agresor y advirtieron que la escuela permanecerá cerrada mientras no sea segura para sus hijos.