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En la actualidad, la población adulta yaqui presenta una prevalencia de sobrepeso y obesidad (SyO) de 71.5%. En relación con su dieta, cinco de sus principales alimentos aportan casi el 60 % de las calorías consumidas, los cuales son la tortilla de harina de trigo y de maíz, frijoles fritos, papas fritas y bebidas azucaradas (incluyendo bebidas carbonatadas o refrescos).
Este patrón alimentario, que incluye alimentos ultraprocesados (AUP), pudiera ser el que también presenten los niños yaquis. Se ha observado que el consumo de AUP se asocia con mayores prevalencias de SyO en distintas poblaciones a nivel mundial.
Un proyecto de investigación realizado en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) tuvo el objetivo de evaluar la prevalencia de SyO y su asociación con el consumo de AUP en escolares yaquis. El diseño de estudio fue transversal tipo encuesta con un muestreo probabilístico polietápico, estratificado por área urbana y rural, representativo de los escolares yaquis.
La información dietaria se obtuvo con un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos generado y validado para esta población. El consumo de AUP se identificó utilizando la clasificación NOVA, la cual es de las más utilizadas para identificar los alimentos ultraprocesados consumidos en una población.
Asimismo, se estimó el puntaje Z del IMC/Edad, un parámetro que sirve para diagnosticar el SyO, de acuerdo con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La asociación entre el consumo de AUP y el SyO se evaluó mediante regresión logística múltiple.
Como parte de los análisis, se evaluaron a 424 escolares, que representaron a una población total de 2,334 niños y niñas yaquis. La prevalencia combinada de SyO en los escolares yaquis fue 36.3%, lo cual significa que casi 4 de cada 10 niñas(os) presentan sobrepeso u obesidad.
El promedio de la energía total consumida fue de 2,328 kcal/día; de estas, el 22.5% fue aportado por AUP. Al examinar este tipo de alimentos cuales eran más consumidos por los escolares, se encontró que el 87.8% come botanas, dulces y postres; el 80.8%, bebidas azucaradas; el 53.4%, cereales refinados; 40%, comida rapida, y el 21.3% carnes procesadas, lo que es preocupante, ya que autoridades de salud reconocidas internacionalmente no recomiendan el consumo de AUP.
Por otro lado, se encontró que la variable de posesión de automóvil en el hogar modifica la asociación entre el consumo de AUP y el SyO. De allí que, los escolares que tuvieron un mayor consumo de AUP, en el estrato de hogares con automóvil, presentaron una mayor prevalencia de SyO, comparado con los de menor consumo de AUP.
En conclusión, se encontró una prevalencia alta de SyO en escolares, similar a lo reportado a nivel nacional. Además, un consumo alto de AUP se asoció con un mayor riesgo de presentar SyO en escolares yaquis, particularmente en aquellos cuyos hogares tienen un mayor poder adquisitivo. Con lo anterior, es claro que se requieren estrategias de prevención dirigidas a reducir o evitar el consumo de AUP en los escolares yaquis, con el fin de reducir la prevalencia de SyO y problemas de salud asociados.
