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Pablito, el niño yaqui de Vícam que fue herido mientras dormía en su casa debido a una balacera entre grupos delictivos, ya está de regreso con su familia después de 25 días de permanecer internado en el Hospital del Niño y la Mujer de Cd. Obregón.
Fue durante la madrugada del jueves 25 de enero cuando una bala de grueso calibre traspasó las paredes de material precario de su casa y se le incrustó en el cuerpo, dañándole tórax, abdomen, bazo y antebrazo izquierdo.
De inmediato fue trasladado a una clínica de urgencias en esta ciudad y tras los primeros auxilios fue intervenido por el personal médico del Hospital.
Laura, su madre desesperada pidió en esos días a través de redes sociales ayuda económica pues ellos son una familia de condición humilde, también solicitó que se hiciera una cadena de oración entre quienes recibieran el mensaje.
Los primeros días fueron los más difíciles, rondaba la incertidumbre de no saber cuánto iba a resistir Pablito pero gracias a los buenos cuidados que tuvo en el Hospital, dice la madre agradecida, poco a poco superó el cuadro de extrema gravedad. Allí en el nosocomio pasó el día de su cumpleaños número 9, el 28 de enero.
Laura hace patente también su reconocimiento al apoyo que tuvieron de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.
Pablito está en casa, aún tiene pendientes otras intervenciones quirúrgicas, una para quitarle la bolsa de colostomía que le implantaron, otra para mejorar el antebrazo dañado y una más para unir el intestino, dice la mamá.
Esta semana lo llevarán a un laboratorio para analizar sus plaquetas, que estaban altas en el examen anterior.
El proceso vivido por Pablito desde el 25 de enero tiene implicaciones traumáticas lógicas e inevitables. Cuando su mamá habla por teléfono, él llora porque tiene miedo que lo regresen "con los doctores".
Y lo tendrán que regresar, por su bien, pero la ayuda del personal médico, los cuidades de su familia y la cadena de oración que hicieron personas conocidas y desconocidas se unen en este momento para que Pablito siga recuperándose y regrese a la vida normal de un niño.
