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En un local de la calle Allende se reúne un grupo de personas para compartir sus trágicas experiencias con el vicio del juego.
Han perdido trabajos, negocios, casas, tierras, familias... han perdido la voluntad y la dignidad.
"Es impresionante", comenta Jorge, un hombre del grupo, "algunos reconocen que roban, traicionan, hombres y mujeres han llegado a prostituirse, todo con tal de obtener unos pesos más y seguir apostando en las maquinitas del casino".
Es el grupo Trascender de Jugadores Anónimos que celebra su 14 aniversario, 14 años en lucha permanente contra una adicción que flagela no a varias sino a cientos de personas y sus familias en Cd. Obregón.
Una adicción de la que han rescatado a muchos, pero también les arrebata a otros que se creían curados y regresaron con más ímpetu a instalarse frente a la maquinita para perder el poco dinero que tenían y adquirir nueva deuda.
Jorge narra su experiencia, idéntica a la de miles de jugadores que cada día acuden a los casinos:
"Empiezas jugando con 100, los pierdes y apuestas mil para recuperar los 100 perdidos, pero no ocurre eso sino que pierdes también los mil... A la siguiente noche regresas y ganas dos mil, entonces sientes que ya superas a las maquinitas y la siguiente noche apuestas esos dos mil y otros dos mil más, te quieres hacer rico ya, pero pierdes los cuatro mil y como ya no tienes dinero recurres a un préstamo que te ofrece uno de los agiotistas que pululan en los casinos...
Continúa Jorge:
"Con el préstamo crees tener lo suficiente para recuperar lo perdido, pagar la deuda y de paso echarte a la bolsa una buena ganancia... Pronto te das cuenta que todo fue un sueño, nadie le gana a las maquinitas y éstas terminan por quitarte lo que tienes y no tienes..."
En el hoyo
El golpe moral, la angustia de saberse perdido sin dinero en efectivo para seguir apostando y pagar deuda, ha orillado a muchos a vender sus pertenencias, carros, casas, joyas que a veces no son propias sino de alguien de la familia... El caso extremo es el de una mujer de aquí, de Cd. Obregón, que mandó a matar a su esposo para quedarse con la herencia y así mantener su vicio... Ella y el asesino ahora están en la cárcel.
¿Cómo caen tan bajo? Jorge explica:
Además de tu iniciativa están las trampas utilizadas por los casinos para atraer a sus víctimas (algunos les llaman jugadores o clientes).
El ambiente en el interior del casino es agradable, dice Jorge, clima perfecto, luces y bulllicio que te hacen sentir alegre, un gancho es la comida buena y barata que te ofrecen, y si aún no eres cliente te regalan fichas para que juegues gratis... como el dealer que primero regala la droga a su víctima y después se la cobra.
Esa forma de enganchar surte efecto sobre todo con mujeres de edad media y de la tercera edad. "Caen redonditas", sigue Jorge, "porque se divierten, salen de la rtuina diaria y al principio sienten que no están haciendo algo moralmente censurable".
Y empieza el proceso a funcionar. Primero apuestan cien o doscientos pesos, es poco, no daña a la economía familiar y el jugador o jugadora se divierte. Su excusa será esa: "Yo sólo apuesto poquito y si no gano me voy". Pero el gusanito ya corre por los laberintos de la mente y el principiante da el salto a las apuestas mayores donde arriesga su patrimonio y el de su familia.
Jóvenes atrapados en el juego on line
Al principio el grupo de Jugadores Anónimos estaba compuesto casi en su totalidad por gente adulta, de 40 o más años. Hoy se han roto las diferencias generacionales con la llegada de jóvenes.
Estos generalmente no vienen solos, los traen sus padres desesperados al darse cuenta que el hijo o hija se enganchó con las apuestas on line a través de internet.
Allí como en los casinos, comenta Jorge, ocurre algo similar, primero le dan al adolescente puntos para que juegue y pueda ganar en efectivo, pronto ya no habrá nada gratis y el joven ansioso por ganar una lana seguirá apostando a través de la tablet, la computadora o el teléfono, cualquier artefacto que tenga a la mano y le permita tentar a la suerte.
Una modalidad muy popular entre los jóvenes adictos al juego son las apuestas por internet sobre resultados deportivos. Es común que los muchachos se crean grandes conocedores de su deporte favorito y arriesguen sumas de dinero que no tienen, otros arriesgan una parte de sus salarios y al final el resultado suele ser el mismo: El equipo ganador es el sitio de apuestas y el perdedor es el joven iluso. Pero cuando gana o ve ganar a un amigo, se siente seguro para seguir apostando.
La ludopatía se extiende así entre las nuevas generaciones.
Atrapados sin salida
La mayoría de los ludópatas parecen destinados a permanecer en el hoyo, sin salida disponible. La única y a la que llegan cuando han perdido casi todo es la terapia colectivas, el apoyo de grupos como Trascender.
El otro apoyo que podría esperarse es el de campañas públicas donde los gobiernos se comprometan a combatir este flagelo social. Pero esta opción hoy parece imposible porque los casinos aportan una fuente considerable de impuestos o son propiedad de empresarios miembros de familias con poder político y económico.
Así, miles de ludópatas caminan entre nosotros abandonados a la suerte de un juego casi imposible de ganar.
Sí se puede
Si busca ayuda para usted, para un amigo o alguien de su familia, contacte con el Grupo Trascender de Jugadores Anónimos.
Calle Allende 1020 local 4 entre Quintana Roo y Chiapas
Tel 6442 320 27 80 -directo o al Whatsapp.
En la celebración de su 14 aniversario Trascender presenta pláticas y experiencias de éxito en la lucha contra la ludopatía. Claro que se puede superar, aseguran.
Este jueves 7 de marzo en las instalaciones del grupo, de 7:00 a 8:30 p.m.
Viernes 8 de marzo en el auditorio de la Biblioteca Municipal, 7:00 p.m.
Sábado 9 de marzo en la Biblioteca Municipal a las 2:oo p.m.
