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El alumbrado público es un factor de seguridad en las ciudades, dicen. Las colonias con más problemas de inseguridad pública son aquéllas donde la oscuridad de las calles es cómplice de los delincuentes, añaden.
Estas frases no son válidas en algunos sectores de la ciudad, como la colonia Primero de Mayo, donde hace pocos días se mejoró notablemente el alumbrado público y calles transitadas que estaban semioscuras de noche ahora lucen las nuevas luminarias instaladas por Emco.
Pero la inseguridad no ha disminuido, por el contrario, en días recientes la colonia Primero de Mayo ha sido escenario de pleitos entre pandillas que ponen en riesgo a los vecinos, niños y adultos.
Grupos de menores de edad armados con piedras y rocas de concreto se persiguen en la noche por las calles bien iluminadas y se lanzan los proyectiles sin importar el riesgo al que quedan expuestos los vecinos.
Una señora relata como pasó una un proyectil pétreo (así dicen en las crónicas de policía) cerca de su cabeza y otra asegura que estuvo a punto de ser alcanzada por un pedazo de concreto disparado contra los chamacos que pasaron corriendo cerca de ella para escapar de sus atacantes.
Por fortuna hasta ahora no se ha reportado un daño mayor a personas, pero el peligro de que ocurra está latente.
Quienes sí han resentido la agresividad de las pandillas son los vecinos a quienes les han quedrado vidrios de sus carros, o les han dañado la carrocería, como también se han rotos cristales en algunas casas y negocios.
La oscuridad o iluminación de las calles ya no es factor de inseguridad pública.
