Publicado en Infocajeme el 28 de octubre de 2013
Con la jactancia que suelen exhibir cuando hablan de sus "logros legislativos", senadores y diputados federales por Sonora anunciaron el pasado fin de semana que han solicitado al diputado Manlio Fabio Beltrones su gestión para que en el próximo presupuesto federal se asignen recursos financieros a la construcción de un nuevo estadio de beisbol en Cd. Obregón.
El proyecto costaría cuando menos 300 millones de pesos y se justifica, dijeron los legisladores priistas, porque "los tricampeones Yaquis necesitan un nuevo estadio digno y funcional".
Por supuesto que el poderoso diputado Beltrones "se comprometió a gestionar los recursos", según informa el periódico Tribuna.
El anuncio de tan magnífica gestión legislativa sorprendió a muchos e incluso causó estupor entre los cajemenses que a diario ven cómo se va deteriorando la infraestructura urbana y la de comunidades rurales sin que haya recursos para repararla o construir obras imprescindibles que permanecen en la lista de buenos deseos o proyecto a realizar quién sabe cuándo.
Nuevo estadio ¿para qué?
La justificación esgrimida por los legisladores Faustino Félix, Claudia Pavlovich y Ernesto Gándara "para que los Yaquis tengan un estadio digno y funcional" es un argumento vago e inconsistente que mueve a la suspicacia y una pregunta inevitable.
¿Para qué necesitan un nuevo estadio los Yaquis si el actual es suficiente para albergar a sus aficionados?
Hasta hoy el estadio TOG parece incluso un estadio demasiado grande. Sólo se llena cuatro o cinco veces al año: en el juego inaugural de la temporada y cuando el equipo local juega en las series semifinal y de campeonato, algo que no sucede todos los años.
Nadie asegura que la formidable racha que han tenido los Tricampeones en los cino años recientes continuará en los próximos e incluso no puede desacartarse, porque así es la competencia deportiva, que habrá años sin postemporada en TOG o sólo con una serie de playoff. Pero incluso si en los próximos diez años los Yaquis llegaran a la final, no serían más de cinco juegos en los que las gradas estarían al tope.
Respecto a la funcionalidad del estadio TOG, esta resulta también suficiente. Si acaso requiere butacas nuevas en algunas áreas de "Sombra General" y en todas las gradas laterales.
Todos los demás aspectos que definen lo funcional son cubiertos por el estadio TOG, si se quiere en forma "modesta", pero suficiente.
En Cd. Obregón tenemos un caso ilustrativo y muy reciente de este tipo de obras públicas onerosas, superificiales e inútiles: La construcción del CUM de la calle Sufragio Efectivo, un inmueble que costó más de 100 millones de pesos y cuenta con deficiencias evidentes como su pésima acústica y su deficiente instalación de aire acondicionado.
Además, en cuatro años el CUM jamás ha tenido una función deportiva o de espectáculos musicales que haya requerido toda su capacidad de cupo. Cualquiera de las funciones allí realizadas, incluyendo los actos políticos a los que se llevan "acarreados", pudieron haberse realizado cómodamente en el gimnasio "Manuel Lira García" o en la Arena Itson.
Ante estas evidencias la respuesta al "¿para qué invertir 300 millones en un nuevo estadio?" es influida por la suspicacia de una sociedad que ha visto cómo las obras fastuosas y multimillonarias son aquellas que dejan grandes ganancias a sus promotores. Y de paso, como sucede con el estadio Sonora de Hermosillo, pueden servir para inflar los terrenos aledaños al nuevo inmueble, terrenos que "a veces" pertenecen a empresarios estrechamente relacionados con funcionarios públicos.
Las obras imprescindibles
Mientras los legisladores se afanen en gestionar 300 millones de pesos para la construcción del nuevo estadio, otras obras de infraestructura urbana, esas sí imprescindibles, seguirán esperando por "falta de recursos".
He aquí algunas de las obras prioritarias que señalaron varios cajemenses en un sondeo rápido realizado para esta nota:
1. El drenaje pluvial para el primer cuadro de la ciudad.
2. La repavimentación no de una sino de la mayoría de las calles del primer cuadro.
3. El equipamiento e infraestructura urbana para varias colonias populares -pavimento, alumbrado público, banquetas, áreas de recreación y esparcimiento.
4. Puentes elevados que comuniquen al oriente de la ciudad con el poniente, no sólo en días de lluvia intensa sino durante todo el año (en la calle Allende y Sufragio, por ejemplo).
5. La remodelación de la infaestrcutura urbana en el centro comercial de Cd. Obregón.
6. La ampliación a cuatro carriles de la carretera a la presa "Álvaro Obregón".
7. La construcción de una ciclopista.
8. Más equipamiento hospitalario y educativo en los llamados polígonos de pobreza y en las comunidades rurales.
9. La construcción de un teatro al aire libre, funcional y accesible para todos los grupos sociales (no es suficiente el actual "teatro" o "foro" contiguo a la Casa de la Cultura), además de otros espacios para el desarrollo de la cultura.
10. Infraestructura tecnológica para una verdadera digitalización de la ciudad.
Cualquiera de estas diez obras son más prioritarias que la construcción de un nuevo estadio de beisbol, pero los promotores de éste argumentarán que para esas obras hay "programas especiales que ya las contemplan", y eso les permitirá seguirse frotando las manos por la utlidades que podría dejarles un proyecto absurdo y no consensado con los cajemenses.