Conocer a Adriana es alumbrarse. De esa lumbre no solo incandescente si no de luminosidad.
La luz se va abriendo paso con cada palabra, con cada gesto, con cada mirada.
Sentados frente a dos celulares que pretenden apelar a la inteligencia, esa tecnología no logra equipararse con la altitud de la conversación.
Urgen destellos, reflejos, respuestas, senderos. Parece que se abren con los dos flancos, parece que la voz va a explicar que antes que la superficie está el fondo.
Un municipio deshecho merece candidez, dulzura, movimientos taciturnos, feminidad, pero merece entre esas cualidades algo que tiene la generadora de ellas, inteligencia.
Vamos inmersandonos en conocer si la expresiva ante sus movimientos gesticulares también puede arar ideas, razones, convencimientos.
Pasan tal vez 20 minutos, y lo logra.
Alta, esbelta, tal vez en la primera impresión refleje seriedad, pero ya encaminados en la plática demuestra abrirse con su condición frágil y emocional, que es un blanco, el cual se escondía, pero que encontramos después de angustiosa búsqueda. Aparece entre las ramas, primero en la levedad del viento de un bosque acrisolado, después se asoma más y más y termina por evidenciarse. Aparece como figura imperceptible y al descubrirla se abre a flor de piel mostrándose sin miramientos.
Es Adriana Torres De la Huerta.
Desde la preparatoria fue agraciada entre los hombres, tiene tres hijos varones ya formados y llevó la especialidad de electrónica, 8 mujeres entre 40 masculinos, después en la carrera de ingeniería industrial. Hoy aparece entre dos candidatos de la decepción, el del Prian y el vetusto reelegido pactador con el prianismo brincador. También compite con otra mujer pero creo que ya la ha rebasado, y ahora sus contrincantes a vencer tienen el último round para dejar de tener credibilidad y no votar por ellos.
Por el Movimiento Ciudadano es candidata externa de ese partido, dirigió a la Cámara de la Industria de la Transformación en Ciudad Obregón desde el año 2022 en donde impulsó a decenas de empresas y les facilitó su trabajo, conoce de financiamiento y propone confeccionar un programa de crédito a la empresa familiar, y ha logrado abrirse paso con una innovadora empresa fabricante de Bacanora que ya ha logrado importantes exportaciones, felicitada por toda la rama vinatera y del maguey.
Torres de la Huerta despierta con el tono fluído de su voz, álgida, sonante, clara, entendible, con respuestas inmediatas sin detenerse. Adriana atrapa, y no suelta. Es dos o quizás tres veces más versátil que sus contrapartes. Dejará huella como alcaldesa, debe recibir el beneficio de mas de 40 mil votos, una meta no imposible, pero que fuera suficiente para derrotar al traidor morenista reelecto de apellido Lamarque y al candidato Alcalá del PRI y PAN.
En reunión con pequeñas y medianas, grandes empresarias, este domingo 26 de mayo, enuncia, “Vamos a recuperar la confianza en el gobierno municipal en sus instituciones y sus servidores públicos, y lo haremos con transparencia en todos y cada uno de los procesos, construyendo ciudadanía.”.
Adriana se recoge el cabello, se ve hermosa, se dobla las mangas de la camisa, su porte de mujer no es estático como muchas del género, anda en tenis de color naranja, es abierta y dialogadora, la entrevisto y se impone, abre los brazos, levanta hombros, gira la cabeza, hace movimientos constantes sin detenerse, ágiles, se acomoda, entrecruza la pierna se vuelve a enderezar, no está quieta, la agenda está llena, sin embargo atiende, escucha, es muy asertiva y energizante, tiene cualidades de sobra, no elegirla será una oportunidad que no se alcanzó a valorar, y así se pone a iluminar: “A Cajeme le falta planeación, convocaremos a la amplia participación, formaremos consejos consultivos, abriremos Oompasc, generaremos el ingreso de miles de mujeres que pueden ser dignas empresarias para mejorar el ingreso de las familias”.
Lo dice no solo en el discurso, lo dice con el ejemplo, su empresa está generando buenas exportaciones, y va abriéndose paso en el mercado del Bacanora, un producto sonorense que está llamando la atención de las bebidas nacionales como nunca.
Con la carrera de ingeniero industrial y con una maestría en administración de negocios, no pudo aparecer mejor propuesta que Adriana una opción viable para todos aquellos votantes decepcionados con la frustración del gobernante actual y con la opción que viene del viejo régimen.
Por eso su Eslogan es “no a los políticos reciclados”. Mas bien nosotros dijéramos no a los traidores reelectos y a los brincadores del PRIAN al Morena, además de la actual alianza prianista que presenta lo mismo una vez más.
Si bien a contraparte de los millones que gasta el actual alcalde Porfirio Lamarque Díaz, de 70 años de edad ella no cuenta con suficientes recursos para propaganda, pero creo que el chicle ya pegó, y está con muy buena aceptación en donde llega, comparte y entra con su semblante de mujer incandescente, de pisada fuerte. Solo es cuestión de contagiarse y elegirla.
Cajeme requiere esto, inteligencia y conducción hacia un sendero que abandone tanto deterioro.
Ahí está Adriana Torres, es una alternativa real para los cajemenses, ante la decepción y la antireelección Adriana es la opción.