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El arreglo de los drenajes colapsados y en general de la infraestructura hidráulica en Cd. Obregón es la obra pública más importante que debe realizar la administración de Javier Lamarque en los próximos tres años.
Para ello necesitará recursos por cuando menos 1,500 millones de pesos (mdp), o tal vez más si quiere corregir este problema presente en la mayor parte del mapa urbano.
Esa cantidad se antoja difícil, muy difícil de obtener por más buenas relaciones que tenga el alcalde con los funcionarios federales. Difícil pero no imposible. En los últimos 20 años se han destinado a Cajeme recursos financieros cuantiosos que sólo han servido para crear elefantes blancos y proyectos con un alto tufo de corrupción.
La joya del derroche
El caso más conocido es sin duda el del nuevo estadio de beisbol, una obra innecesaria donde se derrocharon casi 900 mdp porque así lo decidió el priista Manlio Fabio Beltrones avalado por la clica de funcionarios a su servicio.
La historia ya muy conocida incluye la "casualidad" de ubicar el proyecto en terrenos de amigos del hoy senador quien pese a lo innecesario del proyecto, pues entonces el estadio TOG era suficiente, impuso su proyecto y se obtuvieron los 900 mdp. Seguramente Beltrones convenció a los funcionarios con un argumento inapelable: "El nuevo estadio... va que va".
No es éste el único caso absurdo donde se dilapidan recursos financieros del gobierno. Ante del estadio hubo derroches insultantes para una ciudad con graves deficiencias en infraestructura y servicios públicos.
En el trienio de Raúl Ayala, hace 30 años, el inflado proyecto Náinari 2000 justificó la construcción de una barda perimetral en el costado norte del deportivo "Álvaro Obregón" y cuyo costo oficial alcanzó cuando menos los 2 mdp, una cantidad exagerada en esa época. Un derroche muy aplaudido.
Otro elefante blanco: El CUM
La administración estatal de Eduardo Bours Castelo hizo algo similar. Derrochó en Cajeme 225 mdp invertidos en un Centro de Usos Múltiples cuyo mayor atractivo era la cancha de basketbol, un área que puede convertirse en arena de box y lucha, foro para conciertos y eventos políticos.
Ya había en Cd. Obregón un gimnasio municipal donde podían realizarse esos eventos. Además el ITSON recién había estrenado su Arena, moderna y funcional. El innecesario CUM vendría a competir con la promoción de ingresos para nuestra máxima casa de estudios.
Desde su construcción (2009) el CUM rara vez ha funcionado para lo que fue concebido y lo que cuesta su mantenimiento seguro ya ha sumado varios millones más en los 15 años de existencia.
Derroche panista
Las administraciones panistas del gobernador Guillermo Padrés y del alcalde Manolo Barro no se quedaron atrás. Tiraron a la basura alrededor de 80 mdp en inútiles fuentes danzantes, en el desazolve y ampliación del área peatonal de la Laguna del Náinari.
Por si fuera poco, la dupla Padrés - Barro se dio gusto gastando 24 mdp en el rediseño de la plaza "Álvaro Obregón", rediseño que acabó con las áreas de sombra donde descansaban muchas personas, la remodelación de la explanada que ubica entre la Agencia Fiscal y la Biblioteca, la de la plaza "Lázaro Cárdenas" (9 mdp), la plaza "Benito Juárez" (3.5 mdp), así como un insignificante parque lineal en la calle Michoacán entre bulevar Ramírez y 300, obra precaria que costó también 3.5 mdp.
Otro gasto millonario fue la destrucción de las gradas en el lado poniente del estadio de futbol "Piri Sagasta", con el pretexto de que eso permitiría abrir una vía hacia la Laguna y la calle Kino.
Eran los días del padrecismo boyante, había que gastar en obras de relumbrón y, como hoy sucede, no era raro que los contratistas fueran empresarios foráneos, de Hermosillo o Guadalajara.
La austera 4T tiene lo suyito
De derecha, centro o izquierda, los gobiernos no se detienen en derroches insultantes. Prueba de ello es lo ocurrido en este sexenio de la 4T que presume su austeridad y trajo a Cajeme un proyecto también innecesario y muy costoso.
Se trata por supuesto de la transformación del estadio de beisbol "Tomás Oroz Gaytán" en una academia de beisbol, proyecto al que la Federación destinó más de 500 mdp (434 mdp por la compra del inmueble al Gobierno del Estado y 96 mdp por la remodelación).
La "prepa" más cara de México y hasta el momento no se ve que una legión de jugadores de Grandes Ligas vaya a egresar de esa academia de beisbol.
Sociedad acrítica
Ninguno de los casos anteriores ha propiciado una protesta social organizada. Salvo voces aisladas, o comentarios sueltos en redes sociales, los gobiernos de la Federación, el Estado y municipal han dilapidado recursos financieros en proyectos de relumbrón sin que nadie se oponga.
Una actitud que refleja el conformismo de la sociedad cajemense en temas importantes.
Ahora esperamos que los 1,500 mdp para la urgente reparación de la infraestructura hidráulica subterránea no se vayan a proyectos tal vez justificados pero no imprescindibles como éste.
