Con la llegada del discurso del feminismo y la equidad se llegó a un acuerdo no escrito de borrar el título de primera dama a la esposa del presidente de la república tras considerar que no hay "primera ni segunda" porque todas las mujeres son iguales.
Esto lo aceptaron de buena manera algunas esposas de mandatarios. La doctora Beatriz Muller, esposa de AMLO, nunca se hizo llamar "primera dama". Aquí en Cajeme ocurrió lo mismo con Patricia Patiño, quien ha sido siempre la doctora o licenciada Patiño; no así su antecesora Margarita Vélez, esposa del exalcalde Sergio Mariscal y quien se hacía llamar "la Primera Dama".
¿Y el primer damo?
Ahora la situación se ha complicado un poco al llegar a la presidencia de la república una mujer, Claudia Sheinbaum, y especialistas en trivialidades se preguntan como llamar al esposo, el mazatleco Jesús María Tarriba Unger, ¿primer damo?
De ninguna manera, han precisado esos cerebrales especialistas. Don Jesús María debe ser llamado "Primer Caballero", un título que suena como extraído de la tradición real de Inglaterra, pero no.
Sería "el primer caballero", que al igual que la primera dama, no es un título de elección popular ni de nombramiento oficial, aunque tendrá funciones parecidas a las de ésta como:
Acompañar a la presidenta en visitas de Estado y eventos diplomáticos.
Encabezar actos oficiales.
Inauguración de obras y proyectos.
Administración de recursos públicos y personal a su cargo.
Titular del Sistema Nacional DIF.
Aunque puede desempeñar estas funciones, Tarriba podría optar por hacer lo que Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de AMLO, quien rechazó ser primera dama para enfocarse en su carrera y vida personal.
Aclarado el punto, la República ya puede dormir tranquila.